Presidente Petro levantó la ‘Espada de Bolívar’ como símbolo de guerra
Resumen
El presidente Petro vistió símbolos del ELN en el Día del Trabajo, alzó la espada de Bolívar y desafió al Congreso, anunciando un conflicto contra las oligarquías y expropiaciones en áreas campesinas, evocando líderes como Chávez y Maduro.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Redacción Diario EL FRENTE
El presidente Petro utilizó atuendos rojos con recuadros de color negro, símbolos del autodenominado ‘Ejército de Liberación Nacional (ELN), en medio de la celebración del Día Internacional del Trabajo, para notificarle al Congreso de la República que la retoma del Capitolio Nacional hace parte de su agenda política.
A renglón seguido alzó la espada de Bolívar, como si fuera parte de su patrimonio personal y desafió a la representación parlamentaria y a la clase dirigente gremial, para promover un conflicto armado hasta la derrota de las oligarquías.
Vistiendo este uniforme rojo y negro, al igual que lo hizo en el pasado el dictador de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frías y como lo hacen actualmente sus cómplices, Nicolás Maduro Moros y Diosdado Cabello Rondón, al robarse las elecciones presidenciales del vecino país, Petro levantó la voz frente al Capitolio Nacional de Colombia, agitó la histórica espada del libertador Simón Bolívar y convocó a los pueblos indígenas y líderes sindicales para una ‘guerra sin cuartel contra los grupos económicos, a los que se propone la expropiación de sus bienes de fortuna, especialmente en las zonas campesinas del país’.
Quienes tradujeron el lenguaje agresivo del presidente de Colombia y la indumentaria de un jefe guerrillero en el poder, Gustavo Petro ha dicho que de ahora en adelante hará la guerra contra los congresistas de los partidos históricos, contra los empresarios, contra los gremios económicos, contra las oligarquías y contra la nación entera ‘hasta la muerte’.
Las agresivas declaraciones del presidente de Colombia Gustavo Petro, amenazando a la nación como cualquier dictador, prometió tomarse el Capitolio Nacional, si el Congreso de la República no acepta los resultados de las determinaciones que deben asumir los congresistas.