Resumen
El proyecto ‘Vías de los Comuneros’ busca mejorar la infraestructura vial en el nororiente colombiano con una inversión de $2,4 billones durante 20 años, conectando Zipaquirá, Bucaramanga y San Alberto. Las obras incluyen variantes y carriles de adelantamiento para optimizar la movilidad.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El proyecto ‘Vías de los Comuneros’ promete transformar la movilidad en el nororiente colombiano. Este ambicioso convenio, con una inversión de $2,4 billones, busca mejorar la conectividad vial entre Zipaquirá-Bucaramanga-San Alberto a través de una serie de obras claves que serán ejecutadas durante los próximos 20 años. La firma del acuerdo se llevó a cabo este sábado 21 de diciembre en Curití, Santander, consolidando una alianza entre el Instituto Nacional de Vías (Invías), el Ministerio de Transporte y las gobernaciones de Boyacá, Cundinamarca, Norte de Santander y Santander.
El gobernador de Santander, MG (R) Juvenal Díaz Mateus, lidera esta iniciativa que busca atender las necesidades de infraestructura vial en la región. “Con este acuerdo, vamos a ejecutar proyectos como carriles de adelantamiento, la variante de El Socorro, la variante de San Gil y los intercambiadores del ‘Buey’ y Malpaso, a través de un plan financiero a 20 años”, declaró el mandatario. El convenio también cuenta con el respaldo de la ministra de Transporte, María Constanza García Alicastro, quien resaltó el impacto positivo del proyecto en la conectividad de una región que ha enfrentado históricamente problemas por el mal estado de sus carreteras.
Obras estratégicas para la región
El convenio contempla una serie de obras destinadas a optimizar el corredor vial que conecta Bucaramanga con Bogotá, beneficiando directamente a municipios como Curití, Oiba y Curos. Entre las intervenciones destacadas se encuentran la terminación de la variante de San Gil, los terceros carriles entre Chiquinquirá y Los Curos, y la construcción de variantes en El Socorro y San Gil. Estas obras no solo mejoran la movilidad, sino que también incrementan la seguridad vial en tramos de alto flujo vehicular.
La variante de San Gil, por ejemplo, recibirá una inversión de $200.000 millones para completar los 5,1 kilómetros que faltan en este proyecto. Esta infraestructura permitirá evitar que el tráfico pesado ingrese al casco urbano de San Gil, facilitando el flujo hacia la vía Bogotá-Bucaramanga. Asimismo, se proyectan 38 kilómetros de carriles de adelantamiento, superando los 30 kilómetros inicialmente planeados, con una inversión de $450.000 millones.
En El Socorro, se construirá una variante de 9,3 kilómetros, cuyo costo asciende a $300.000 millones. Esta obra se encuentra en la fase 2 y es una de las prioridades dentro del paquete de intervenciones. Por otro lado, los intercambiadores viales también se perfilan como elementos clave para mejorar la movilidad en el área metropolitana de Bucaramanga. El intercambiador de Malpaso, por ejemplo, tendrá un costo de $50.000 millones, mientras que el de El Buey, ubicado en Piedecuesta, contará con una inversión de $64.000 millones.
Financiación a largo plazo
La financiación del proyecto ‘Vías de los Comuneros’ se sustenta en los recursos provenientes de los peajes ubicados en Curití, Oiba y Curos. Según Jesica Juliana Mendoza Ramírez, secretaria de Infraestructura de Santander, estos recaudos garantizarán la ejecución de las obras, beneficiando también a las provincias de Soto Norte, Guanentina, Vélez y García Rovira. “Esta inversión mejorará no solo la conectividad, sino también la seguridad vial en la región”, subrayó Mendoza.
El director de Invías, Juan Carlos Montenegro Arjona, explicó que los recursos serán captados durante un periodo de 20 años, lo que asegura la sostenibilidad financiera del proyecto. Del total de la inversión, $1,36 billones se destinarán a obras de infraestructura, mientras que $1,09 billones cubrirán los gastos operativos del corredor vial. El esquema de financiación es similar al implementado en ‘Vías de la Cigarra’, un proyecto exitoso en la región.
Impacto en las comunidades locales
La elección de Curití como sede para la firma del convenio responde a un compromiso con las comunidades locales, que han manifestado su inconformidad por la falta de inversión en los peajes. Este gesto simboliza la intención de incluir a las comunidades en el desarrollo del proyecto y garantizar que los beneficios lleguen directamente a los habitantes de la región.
El proyecto también contempla la rehabilitación y mejoramiento de 50 kilómetros de calzada, la construcción de cinco puentes peatonales y la atención de puntos críticos, con una inversión aproximada de $100.000 millones. Estas obras buscan no solo mejorar la movilidad, sino también aumentar la seguridad para los peatones y conductores que transitan por esta importante vía.
Perspectivas a futuro
La ministra de Transporte, María Constanza García Alicastro, destacó que este convenio marca un hito en la historia de la infraestructura vial de Colombia. “Estamos comprometidos con mejorar la calidad de vida de los habitantes del nororiente del país a través de proyectos de gran impacto como este”, afirma. Se espera que las obras inicien en 2026, una vez concluyan los estudios y diseños correspondientes en el que serán intervenidos: 288,08 km en Santander; 84,67 km en Cundinamarca; 51,46 km en Boyacá; y 34,46 km en Norte de Santander.
Además, el convenio contará con el apoyo de Findeter o la banca multilateral para garantizar la viabilidad financiera de las obras. El objetivo es que el proyecto quede completamente estructurado antes del segundo semestre de 2025, asegurando así su ejecución sin contratiempos.
En síntesis, el convenio ‘Vías de los Comuneros’ representa una oportunidad única para transformar la movilidad en Santander y mejorar la calidad de vida de miles de personas. Con una inversión significativa y un plan de ejecución bien estructurado, este proyecto se perfila como un modelo a seguir en el desarrollo de infraestructura vial en Colombia.