Resumen
Un establecimiento en San Gil fue robado durante la madrugada, captado por cámaras de seguridad. Los dueños criticaron la falta de acción policial inmediata, aumentando la preocupación por la creciente inseguridad. La comunidad exige mayor vigilancia y presencia policial para frenar los robos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El pasado lunes, alrededor de la 1 de la madrugada, se registró un hurto en un establecimiento comercial ubicado en la carrera 9 con calle 13, a tan solo una cuadra de la emblemática Catedral de San Gil. Las cámaras de seguridad del local captaron el momento en que un sujeto forzó la puerta principal del negocio, dañando además el candado de seguridad. Una vez dentro, el ladrón procedió a robar una cantidad de dinero en efectivo y se llevó la caja registradora completa, generando pérdidas considerables para los propietarios del establecimiento.
Los afectados reportaron el incidente a la Policía, proporcionando detalles clave sobre el presunto ladrón, quien, según afirman, ya es conocido en el área por otros hechos similares. Sin embargo, los dueños y vecinos expresaron su descontento al señalar que las autoridades no tomaron acciones inmediatas a pesar de la información suministrada, lo que ha incrementado su preocupación por la falta de respuestas efectivas ante la creciente ola de inseguridad.
Este hurto se suma a una serie de incidentes recientes que han afectado a comerciantes y residentes de San Gil, conocido como la Capital Turística de Santander. La situación ha generado alarma y frustración entre los ciudadanos, quienes aseguran que la inseguridad se ha incrementado en la zona, impactando la tranquilidad y afectando el sector comercial, especialmente en horarios nocturnos.
Ante esta problemática, los habitantes de San Gil han comenzado a organizarse para exigir una mayor presencia y vigilancia policial en el sector, con el objetivo de disuadir futuros robos y garantizar la seguridad de los negocios y sus clientes. La comunidad ha hecho un llamado a las autoridades locales y a la Policía Nacional para que fortalezcan las medidas de seguridad y aumenten los patrullajes en las zonas comerciales y residenciales, en busca de una respuesta contundente que les permita recuperar la confianza en su entorno y mantener el atractivo turístico de la ciudad.