Resumen
La salud es el bien más preciado y debe ser priorizada sobre el dinero y el amor. Sin buena salud, los otros dos aspectos pierden valor. Mantener el bienestar requiere autocuidado físico y mental, lo cual es esencial para una vida equilibrada y satisfactoria.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Por: León Sandoval Ferreira
Salud, dinero y amor son tres aspectos deseables que evidencian el bienestar de las personas. Son los temas que preocupan al común de los seres humanos, son indicadores de la buena vida, no en el sentido griego, pero sí el sentido humano vital contemporáneo. Mientras haya buena salud, afectos y medios para satisfacer las necesidades de la vida, se podrá sentenciar con el adagio popular: “Barriga llena corazón contento”. No obstante, la mayoría de las personas no logran tener los tres aspectos resueltos, generalmente, se concretan dos de tres, y son pocos los afortunados que resuelven favorablemente este trinomio.
No hay falta de ambición o de voluntad para lograrlos. Hablar de salud, dinero y amor, no es gratuito, si se llevaran al podio, la salud estaría en primer lugar. Gozar de buena salud es más importante que tener dinero y amor. El el dinero ayuda y mucho, es muy importante, con dinero muchas penas se espantan y la vida es resulta más “fácil”, muchas preocupaciones por asuntos materiales se desvanecen. El amor, es esencial, el amor todo lo puede, todo lo cree, todo lo soporta y todo lo sana, pero aún es posible la existencia buena sin amor; basta con amarse a sí mismo, respetarse y valorarse e indefectiblemente el amor llegará de manera magnética.
El punto es la salud, y no cualquiera salud, la buena salud. Cuando los hispanoparlantes brindan lo hacen a la salud. En la edad media, se tomaba vino en recipientes macizos y ante el uso masivo de venenos, los comensales chocaban con fuerza las vasijas con el ánimo de que las bebidas se mezclaran mientras clamaban por salud. La salud es el bien más preciado que cada quien debería tener luego del temor por El Eterno, sin una buena salud difícilmente se podrá conservar la vida, ¿De qué sirven dinero y amor si no hay buena salud?
La buena salud es un acto individual que inicia en el subconsciente. El primer sanador es el pensamiento propio, es por ellos que muchas personas han logrado desarrollar la capacidad de autocurarse y logran que sus células se regeneren, ordenan a sus cuerpos la sanidad. Con el pensamiento se construye el universo. Mantener la salud es un deber, no en vano, el cuerpo es un templo. El paciente es el primer médico, requiere de paciencia como el águila que regenera su pico y sus garras. En la medida que se alberguen los mejores pensamientos se conservará la salud en bienestar, a lo cual se le debe sumar el alimento; se es lo que se come aunado a los buenos hábitos, no se puede pretender que un vehículo que es maltratado y abusado vaya a tener la misma duración que un vehículo que recibe mantenimiento adecuado.
Se trata de simple lógica y sentido común, no en vano el latinajo atribuido al poeta latino Juvenal (60-128) “Mens sana in corpore sano”. La buena salud se debe conservar, se debe mantener y atesorar. Si hay deficiencia sanitaria se debe buscar enmendar las causas de la enfermedad para recuperar la buena salud, y en su defecto, cuando las secuelas han avanzado, se debe perseverar en búsqueda de la calidad de vida, aprender a vivir lo bueno que haya en compañía de la condición deficitaria, siempre con la mente centrada en la recuperación.
Sin buena salud poco o nada valen dinero y amor. Con buena salud la carencia de los dos últimos aún puede ser sobrellevada, no quiere decir que, se debe ser conformista para mantener la buena salud y pare de contar, hay que trabajar y seguir el esfuerzo por el trinomio completo, en todo caso, se debe partir de lo primero, la buena salud.
El deseo para esta Navidad 2024 y Año Nuevo 2025, desde esta columna para todos sus lectores, ¡Salud, más Salud y la mejor buena Salud! Enhorabuena.