Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Se trata de una veeduría regional para establecer cuál es el estado real de muchas obras que iniciaron en el pasado sin que hasta el momento hayan logrado culminarse, consolidándose como verdaderos elefantes blancos de acuerdo con el resultado del análisis que se realizó, basado en documentos que obtuvo por parte de la contraloría general de la república en la actualidad todo el país tiene cerca de 1200 obras consideradas elefantes blancos con un costo total de 8 billones de pesos
El concejal de la capital del país Daniel Briceño, del Centro Democrático, lanzó una serie de capítulos regionales de una labor por la que es ampliamente reconocido en Bogotá, tanto que logró en las elecciones regionales pasadas una de las mayores votaciones a la corporación local, a pesar de nunca haber estado vinculado a la política.
Se trata de una juiciosa veeduría ciudadana la cual le permitió en años recientes adentrarse en los más importantes casos de corrupción que han persistido durante los últimos años en la capital del país, `modelo que ahora pretende replicar para distintas zonas del país.
De acuerdo con lo que explicó Briceño, en el concierto nacional la cifra de elefantes blancos llega al penoso número de mil 200, obras que representan una pérdida total de recursos por 8 billones de pesos.
Para nuestra desgracia, Santander es una de ellas pues luego de analizar todo un complejo volumen de documentos logró determinar que este departamento es la cuarta región del país con mayor número de elefantes blancos, en muchos casos con cifras que para la actualidad se encuentran totalmente perdidas, sin la posibilidad de recuperarlas, y lo peor con las obras totalmente siniestradas.
“Este departamento es el cuarto con mayor número de elefantes blancos. Primero está Cundinamarca, luego está Antioquia y sigue Meta. Así lo demuestran informes que hemos obtenido por medio de la instauración de varios derechos de peticiones en la Contraloría General de la República, los cuales determinan que Santander tiene en este momento 72 obras consideradas elefantes blancos, que hoy suman más de 280 mil millones de pesos en pérdidas económicas para los entes territoriales.
De acuerdo con lo que explicó el corporado capitalino en conversación con EL FRENTE, el ranking por municipios que más obras elefantes blancos tiene en Santander lo encabeza el municipio de San Vicente de Chucurí con ocho obras; después viene el Área Metropolitana de Bucaramanga con siete obras; y después viene Barrancabermeja con seis obras.
“Sin embargo, si hiciéramos el ranking por magnitud de recursos tendríamos que decir que el primero es Floridablanca encabezando la lista con pérdidas económicas en elefantes blancos con más de 105 mil millones de pesos por que allá tenemos el gran elefante blanco de la Estación de Papi Quiero Piña, que costó 99,000 millones de pesos, obra que es muy difícil retomar primero porque no hay una claridad sobre lo que va a pasar con el sistema integrado de transporte, incluso, es un sistema de transporte sobre el cual hoy en día pesan solicitudes de liquidación”, indicó Briceño, quien agregó que si a futuro se llegase a concluir que el sistema quedó completamente siniestrado, la pérdida económica para la región podrías llegar a ser mucho mayor.
¿Dónde están los culpables?
De acuerdo con lo que explicó el concejal capitalino su recorrido nacional, además de presentarle a la ciudadanía un estado del Arte de cómo ha operado la corrupción en sus regiones, con la presentación del informe de elefantes blancos, busca también comenzar a preguntar dónde están los responsables y por qué no han sido llamados ante los organismos de control.
En palabras del concejal, lo primero que busca es sangre: “Necesitamos saber quiénes son los responsables políticos, fiscales, disciplinarios, penales; porque no puede ser justo que en el país se pierdan 8 billones de pesos de los cuales 280,000 están en Santander y que no pase absolutamente a nada, la real finalidad de este informe es comenzar a buscar quiénes fueron los protagonistas de las distintas obras y llevarlos ante los estrados judiciales para que le rindan cuentas a la justicia, y comenzar a preguntar entre los distintos órganos de control qué ha pasado con las respectivas investigaciones, quién está imputado, quién está condenado, cuánta plata se ha recuperado, saber si hay acciones de repetición contra los funcionarios que realizaron mal las estructuraciones, saber qué clase de preguntas o qué clase de indagaciones o responsabilidades se le hacen a los interventores, esa es real finalidad de este trabajo”, expresó Briceño.
Además, aseveró que lo que pretende es que sepamos quiénes son y evitar que en un futuro sigan contratando con el estado o que resulten elegidos en cualquier cargo público porque es lo que realmente suele ocurrir.
De la misma manera, en el análisis también se está estamos preguntando quién controla a los que controlan: “Es decir, qué pasó con las acciones de control que debieron realizarse por parte de los distintos organismos constituidos para tal fin, y que nunca vieron nada y nunca supieron nada, aún después de haberse declarado la siniestralidad de las obras, nunca actuaron para comprometer a los responsables”, puntualizó el concejal.
