Semana de la Santandereanidad
Resumen
La Semana de la Santandereanidad invitó a reflexionar sobre la identidad santandereana, destacando la educación, la cultura y memoria. Desde talleres en Sabana de Torres hasta exposiciones en Bucaramanga, se reafirmó el compromiso con el Gran Santander.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Del 12 al 16 de mayo se vivió la Semana de la Santandereanidad. Una experiencia profundamente pedagógica, cultural y emocional que dejó una huella significativa en sus participantes. Desde la Dirección de la Cátedra de la Santandereanidad, se compartió este recorrido como reafirmación del compromiso con la educación desde las raíces, la historia y la identidad del Gran Santander.
La semana comenzó con el Taller de la Santandereanidad en el Instituto Técnico de Sabana de Torres. Estudiantes de noveno y once grados participaron activamente en una jornada de reflexión en torno a su identidad, respondiendo preguntas esenciales como: “¿Quién soy como santandereano?” y “¿Qué huella quiero dejar en mi comunidad?”. Uno de los momentos más significativos fue el ejercicio del árbol genealógico, que despertó recuerdos familiares e incentivó la indagación sobre los orígenes. La actividad contó con el valioso apoyo de la rectora Marlenny Jaimes, Lady Yunara y el equipo docente. El cierre estuvo marcado por un gesto simbólico: el profesor Carlos E. Díaz obsequió un libro, reafirmando el valor de la educación como motor de transformación.
El martes, en horas de la tarde, se participó en una importante reunión en la Casa del Libro Total, convocada por el Círculo Amigos de Bucaramanga. El encuentro tuvo como objetivo proyectar un clúster turístico en el centro histórico de la ciudad. Como aporte a la reunión, se destacó la importancia de diseñar experiencias culturales que conecten con la emocionalidad y el conocimiento del visitante, comprendiendo al turista cultural como un explorador sensible que aprecia los detalles, la historia viva y la hospitalidad auténtica como parte esencial de su experiencia de viaje.
El miércoles fue un día dedicado a la memoria. La visita al Centro Histórico de la Batalla de Palonegro permitió un acercamiento humano e institucional al pasado. Conversaciones con soldados retirados y con el Coronel Rodríguez, director del Centro, evidenciaron el valor de conservar y narrar la historia desde múltiples voces. En horas de la noche, el conversatorio con CORPONOR, titulado “El corazón verde de Norte de Santander”, reforzó la idea de que la sostenibilidad ambiental también hace parte esencial de la identidad territorial.
El jueves marcó uno de los momentos más conmovedores de la semana. En el Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga (IMCT) se visitó la exposición “72 Segundos”, liderado por el Centro de Memoria Histórica, compuesta por esculturas de prótesis que representan a víctimas del conflicto armado. Esta instalación artística impactó profundamente a los asistentes, recordando la urgencia de contar esas historias silenciadas. En la segunda sala, “Honrar la Memoria”, se rindió tributo a los jóvenes soldados caídos, evidenciando que detrás de cada uniforme hay un ser humano, una vida truncada y una historia que merece ser recordada con dignidad.
El viernes concluyó la semana con un conversatorio en el IMCT. Aunque la asistencia fue reducida, el encuentro dejó una huella significativa al resaltar, desde una mirada sensorial, las expresiones culturales como puentes de identidad, memoria y respeto por la diversidad.
La Semana de la Santandereanidad concluyó con un mensaje claro: educar desde la memoria, el arte y la reflexión es fundamental para construir ciudadanía, fortalecer el sentido de pertenencia y proyectar un Santander más consciente y solidario. La Cátedra de la Santandereanidad que dirijo continuará abriendo caminos para la transformación cultural del territorio.
*Lyda Jazmín Castañeda González. https://beacons.ai/historiadebucaramanga.