Senado debatió crisis del SITM en Bucaramanga
Resumen
El SITM Metrolínea enfrenta una crisis financiera con una deuda que excede los 266,000 millones de pesos. El gerente Emiro José Castro solicita al Gobierno una renegociación urgente de la deuda para asegurar la operación del sistema en Bucaramanga.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Movilidad en riesgo
La crítica situación financiera que atraviesa el Sistema Integrado de Transporte Masivo (SITM) Metrolínea volvió a quedar en evidencia este pasado martes 20 de mayo durante un debate de control político en la Comisión VI del Senado de la República. El encuentro, convocado para analizar la crisis de los SITM en varias ciudades del país, contó con la presencia de la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas, así como del gerente de Metrolínea, Emiro José Castro, quien reiteró el llamado urgente al Gobierno Nacional para que respalde una renegociación de la deuda que ya supera los 250.000 millones de pesos.
“Necesitaríamos indiscutiblemente tanto el apoyo del Gobierno Nacional como del Ministerio de Hacienda para disponer de recursos y un acompañamiento en esa negociación, porque los municipios no tienen los recursos como sí lo tuvieron en su momento Cartagena y Cali”, expresó Castro ante los senadores, al explicar la magnitud del déficit que enfrenta actualmente el sistema en el área metropolitana de Bucaramanga.
Durante su intervención, el gerente de Metrolínea fue enfático en que la carga financiera que recae sobre los municipios de Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta es insostenible, razón por la cual pidió que el Gobierno intervenga directamente con recursos frescos o bonos de deuda futura. “La ministra nos indicó que como ente gestor tendríamos que hacer todas las gestiones necesarias para renegociar la deuda que se tiene con los acreedores, tal como lo hicieron en su momento Cali y Cartagena. Mi manifestación fue una sola: los alcaldes no tienen los recursos suficientes, y por eso pedimos que nos indiquen cómo proceder”, puntualizó.
Según cifras presentadas por la gerencia del sistema, la deuda en capital alcanza los 266.000 millones de pesos, sin contar los intereses, lo que agrava aún más el panorama financiero del sistema que, pese a las dificultades, continúa garantizando una operación complementaria gracias a una red de transporte convencional que ha impedido un colapso total del servicio.

Incertidumbre por flota eléctrica
Aunque el Gobierno Nacional ha manifestado su voluntad de evitar la liquidación del sistema, todavía no hay claridad sobre las acciones concretas que se adoptarán para resolver la situación. Una de las principales incertidumbres gira en torno a la flota eléctrica prometida por la Nación para modernizar el sistema. “¿Cuándo llegarían esos buses? Porque, a diferencia de otros sistemas en el país, Metrolínea tiene una operación complementaria que está garantizando la movilidad, pero necesitamos fechas reales de cuándo llegaría esa flota eléctrica que dispondría el Gobierno Nacional”, insistió Castro.
La visita de la ministra Rojas a Bucaramanga, inicialmente prevista para este miércoles 21 de mayo, fue aplazada debido a su citación a un debate de control político en la plenaria de la Cámara de Representantes. No obstante, el gerente de Metrolínea expresó su esperanza de que la reprogramación se concrete “antes de que termine la semana”, ya que la presencia del Gobierno en la región es clave para avanzar en los compromisos asumidos.
El senador Gustavo Moreno, presidente de la Comisión Accidental de Sistemas de Transporte Masivo, se comprometió a hacer seguimiento detallado a la información presentada por la gerencia de Metrolínea y a mantener el tema en la agenda legislativa. Su respaldo es fundamental para que se concrete una salida estructural que no implique la desaparición del sistema, pero que sí asegure su sostenibilidad financiera.
En el debate también se hizo un repaso a experiencias similares vividas por otras ciudades como Cali y Cartagena, donde la crisis financiera de sus SITM obligó a renegociaciones de deuda con respaldo directo del Gobierno Nacional. En estos casos, las soluciones han incluido aportes presupuestales, emisión de bonos y acompañamiento técnico, lo cual permitió evitar la paralización del servicio y sentar bases para una reestructuración.

Lecciones de otras ciudades
Por su parte, Bucaramanga enfrenta una realidad aún más crítica. La reducción de rutas, la falta de cobertura y el crecimiento del transporte informal han deteriorado la calidad del servicio, afectando a miles de ciudadanos que dependen del sistema para acceder a servicios esenciales como educación, salud y empleo. Además, los informes de movilidad urbana revelan que la congestión vial y el rezago en infraestructura han agravado el panorama, lo que ha generado propuestas de transformación integral del sistema.
A nivel nacional, otras estrategias implementadas para enfrentar la crisis del transporte público incluyen la creación de fondos de estabilización tarifaria, como en Bogotá, el impulso a flotas eléctricas y mejoras tecnológicas como sistemas de pago electrónicos y aplicaciones de optimización de rutas. Sin embargo, todas coinciden en un aspecto clave: sin apoyo financiero del Estado, los SITM están condenados a la inviabilidad.