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Señor Empresario

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Resumen

Triunfar significa vencer nuestros enemigos internos y lograr la autorrealización. La educación debe desarrollar valores y habilidades prácticas, destacando lo positivo en cada individuo. La clave es fomentar confianza, habilidades y ética para alcanzar metas personales y profesionales.

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Dice, Roberto Shinyashiki, célebre siquiatra y escritor brasileño, que triunfar, no es competir con el otro. Es derrotar a nuestros enemigos interiores; es alcanzar la realización del ser.

Estamos llenos de temores, de falsas creencias, posiblemente de erradas formaciones de tipo de conducta social o religiosa, que nos impiden tener una mente más abierta hacia el logro de un objetivo comercial o de liderazgo. Recuerdo, estudiando mercadeo y ventas, que uno de los alumnos que fue seleccionado para decir el discurso de clausura, empieza ofreciendo disculpas por no ser un buen orador; de entrada, había quemado una excelente formación que se había recibido a lo largo de seis meses. Es como si dijera a su cliente, que pena, yo no sé vender.

También, el autor habla, que cuando le preguntaron a Pelé, quién para su sentir era el mejor jugador, dijo pues yo. Esto, en opinión del autor, no es un signo de arrogancia, ni tampoco de falta de humildad. Es mirar los valores que tenemos, muchas veces escondidos, y que no sacamos a relucir, en favor de sí mismo y de las personas que son nuestro objetivo de servir. Aquí debemos reflexionar para no caer en la egolatría, pensar y contestar: soy buen contador, soy buen profesor, soy buen economista, soy buen ingeniero, etc., sin engañarse, sino sabiendo que lo eres, y que no lo manifiesta por ser tímido, aparte que el medio, para su realización, no le ha dada la oportunidad de actuar. Toda persona necesita una mano o una sana palanca para mover el mundo y también para caminar por él.

Por eso, la educación, a lo largo que recibe el niño, el joven y el adulto, debe llevar los contenidos de una lúdica alegría espontanea. Para el niño, la educación es salir a jugar, cantar, y hasta saber desde esa edad, hablar en público. En los colegios solo pasan al más hábil, cuando deberían ser todos. Al joven además de los clásicos conocimientos, deben llegarle los grandes principios de valores morales y ética profesional, fundados en el respeto, tolerancia, pero sin que esto signifique quitar el empuje y la grandeza que debe tener la persona a fin de llegar a cumplir sus metas.

En todos los escenarios, el alumno debe ser el “rey de la clase”, y no el profesor. Pero tratándose de la formación para adultos,  ellos deben  ser los  super reyes, en su atención, en su consideración, en la amabilidad y en la sana discusión de los temas tratados. Así, señor empresario de la industria, del comercio, de la dirección del estado y de la política: con buenos valores se tendrán buenos resultados. En el gobierno actual de Gustavo, ni buenos valores ni buenos resultados. Todo mediocre: el propio presidente, la educación y la dirección del estado o sociedad.

*Contador Público. Asesor Empresarial.

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