Resumen
Los restos de Zayda Milena Porras fueron entregados a su familia en Bucaramanga, cerrando un capítulo de violencia y desplazamiento forzado. La entrega incluyó una ceremonia y un informe técnico. La historia refleja el impacto de la violencia sindical y la exigencia de justicia en Colombia.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En un acto cargado de simbolismo y reparación, los restos de Zayda Milena Porras fueron entregados a su familia en Bucaramanga, marcando el cierre de un capítulo doloroso de violencia y desplazamiento forzado que afectó profundamente a su entorno.
Zayda, madre de tres hijos, fue víctima de desaparición forzada el 22 de diciembre de 2009 mientras viajaba hacia Cali, en un contexto de amenazas y persecuciones que habían obligado a su familia a desplazarse en varias ocasiones. Su cuerpo fue hallado en 2010, pero no fue hasta 2015 que la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas pudo identificarlo plenamente.
La entrega, realizada en la sede UIS Bucarica, incluyó una ceremonia de sanación y un informe técnico que ofreció a su familia respuestas largamente esperadas. El evento contó con la participación de organizaciones sociales y sindicales, destacando la relevancia de dignificar la memoria de Zayda y de las víctimas de desaparición forzada en Colombia.
La historia de Zayda está intrínsecamente ligada al activismo de su padre, Alfredo Porras, dirigente sindical que sufrió persecuciones y amenazas constantes, obligándolo a exiliarse y separarse de su familia. Este caso evidencia el impacto de la violencia sindical y la responsabilidad del Estado en estos crímenes.
Durante el acto, representantes del Sindicato de Educadores de Santander enfatizaron la importancia de mantener viva la memoria de las víctimas y de exigir justicia, garantizando que estas historias no se repitan ni se pierdan en el olvido.