Resumen
Donald Trump, presidente electo de EE. UU., busca frenar guerras, especialmente en Gaza y Líbano, al presionar a Israel para cesar hostilidades con Hamás y Hezbolá. Su relación con Netanyahu podría ser clave para un enfoque más pacífico, mejorando su imagen ante votantes.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido “frenar guerras” en su primer discurso y su intervención podría ser clave para detener el conflicto en Gaza y Líbano. Con un mandato que comienza en enero de 2025, Trump podría presionar a su aliado, el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu, para que cese las hostilidades con los grupos extremistas Hamás y Hezbolá, que se intensificaron durante el último año.
Durante su campaña electoral, Trump dejó claro a Netanyahu, en encuentros como el de Mar-a-Lago, que esperaba que el conflicto en Gaza llegara a su fin antes de asumir el cargo. Aunque Netanyahu ha mantenido frentes abiertos en Gaza, Líbano, y otras zonas del Medio Oriente, analistas creen que la relación estrecha con Trump podría motivar cambios en su enfoque.
"Trump no permitirá que lo manipulen como ocurrió con Biden. Alargar la guerra no es una opción para él", destacó Issam Arouri, analista palestino, al referirse al poder de persuasión que Trump tendría sobre Netanyahu. Además, con su historial de políticas duras hacia Irán y Hamás, Trump podría tener más margen de maniobra para presionar por una solución pacífica, algo que no fue posible bajo la administración de Joe Biden, que se mostró menos firme con Netanyahu.
Para algunos expertos, la relación de Netanyahu con Trump, que fue cercana durante su mandato anterior, le dificultará rechazar cualquier presión en favor de un alto al fuego o un acuerdo con los grupos militantes. Sin embargo, a pesar de este posible cambio de enfoque, Netanyahu podría intentar mantener su control sobre Gaza y otras zonas estratégicas, donde los intereses de su coalición ultraderechista continúan siendo prioritarios.
Por otro lado, la administración Trump podría aprovechar la oportunidad para fortalecer su imagen de líder en busca de la paz, una política que también le serviría para mejorar su imagen interna ante los votantes estadounidenses que esperan resultados tangibles en el conflicto internacional.
La postura de Trump hacia Irán, especialmente en temas como el ataque israelí de octubre a milicias respaldadas por Teherán, también podría tener repercusiones directas en la región, con el riesgo de una escalada mayor si no se gestionan adecuadamente las tensiones.