Tuluá bajo control militar tras actos de terrorismo y asesinato de agentes de tránsito

Tuluá, un municipio del Valle del Cauca, se encuentra en estado de sitio después de graves actos de terrorismo que culminaron con el asesinato de dos agentes de tránsito y la quema de vehículos. La situación ha llevado a la implementación de un toque de queda, restricciones de movimiento y una presencia masiva de fuerzas militares.

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La orden de militarización, toque de queda y restricción de parrillero fue emitida por la gobernadora Lilian Francisco Toro, el alcalde Gustavo Vélez, y en coordinación con la Policía y el Ejército Nacional, como respuesta a los violentos sucesos que estremecieron la ciudad.

El presidente Gustavo Petro expresó su rechazo a los actos de terrorismo y la presión de la banda criminal conocida como 'La Inmaculada'. "La banda La Inmaculada ha retado a la sociedad. No aceptamos el chantaje", afirmó Petro en relación con la situación en Tuluá.

El terror se desató cuando varios vehículos del servicio público fueron incinerados y panfletos distribuidos por la banda criminal, que se ha destacado por sus actividades delictivas, incluyendo asesinatos y extorsiones en la región.

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Según informes de la Unidad Investigativa de El País, la banda 'La Inmaculada' tenía influencia en varias instancias del gobierno local, lo que les permitía controlar negocios legales e ilegales en la ciudad.

La captura de uno de los principales cabecillas de la banda, Mauricio Marin Silva, conocido como "Nacho" o "La N", desató el miedo en la ciudad. Considerado el máximo líder visible de la organización, su arresto se produjo como parte de una operación policial en la zona rural de Tuluá.

La aprehensión de "Nacho" se vincula con un aumento en la violencia y los actos de terrorismo perpetrados por la banda, que ha amenazado a las autoridades locales y al director del INPEC, Daniel Gutiérrez.

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En medio de esta crisis, el presidente Gustavo Petro reafirmó la determinación del gobierno de no ceder al chantaje de los grupos criminales. La situación en Tuluá sigue siendo tensa, con las autoridades trabajando arduamente para restaurar el orden y la seguridad en la ciudad.

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