¿Un tema de lealtad?
Resumen
La carta del excanciller Álvaro Leyva resalta problemas de lealtad ministerial hacia el presidente y la importancia de tener mecanismos constitucionales para cuestionar la capacidad de un presidente en el ejercicio de su cargo.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Por: Fernando Cepeda Ulloa
La carta del excanciller Álvaro Leyva ha desatado múltiples comentarios de diversa naturaleza sobre situaciones que eran ya bien conocidas, pero con respecto a las cuales se guardaba un prudente silencio público, aunque en una que otra columna se dejaba caer una expresión o una alusión a algunos de los temas que el excanciller Leyva ha resuelto plantear públicamente.
Uno de los asuntos que se debatieron el mismo miércoles fue el de la lealtad de los ministros con el presidente y de cómo algunos de los que habían sido sustituidos relataban circunstancias que no contribuían a construir una buena imagen del comportamiento del primer mandatario en situaciones internacionales o locales.
La enmienda número 25 de la Constitución de los Estados Unidos establece un mecanismo en virtud del cual tanto el vicepresidente como los ministros pueden informar al Congreso sobre la imposibilidad por parte del presidente de continuar ejerciendo sus derechos y deberes como tal. Es una de las pocas constituciones que contemplan un procedimiento al respecto.
En Estados Unidos existe el procedimiento del impeachment, o sea, la destitución del presidente por parte del Congreso cuando se establece una violación de la Constitución. El presidente Trump en su primera administración tuvo que responder a dos procedimientos de esta naturaleza, de los cuales salió bien librado. El presidente Nixon debió renunciar antes de que se produjera la decisión del Congreso que sus mejores amigos en esa institución le transmitieron oportunamente que sería desfavorable.
El tema de la incapacidad sobreviniente de un presidente para ejercer su cargo ha sido analizado históricamente y se pueden recordar casos muy notorios como el del presidente Franklin Delano Roosevelt al final de la Segunda Guerra Mundial o el de Wilson al finalizar la Primera Guerra Mundial.
También se ha planteado la necesidad de realizar estudios psicológicos de los candidatos presidenciales, a tal punto que se llegó a prohibir la publicación de estos. Con todo, una muy prestigiosa revista intelectual de Estados Unidos, The Atlantic, publicó en junio de 2016, antes de la primera elección del presidente Trump un perfil psicológico elaborado por un distinguido profesor de psicología, director de un Centro para el estudio de las Vidas, en la Universidad de Northwestern.
El informe que se anuncia en la portada es de Dan P. McAdams. El título es "La mente de Donald Trump, una guía psicológica relacionada con una extraordinaria personalidad y su posible Presidencia". El informe ha sido validado, en lo esencial, tanto en la primera Presidencia como en la segunda. El profesor hace referencias a la educación que recibió Trump por parte de su padre, quien realmente lo formó como un guerrero que debería desconfiar y estar listo para confrontar enemigos. Y como un hombre que sólo se concebía como un ganador en cualquier circunstancia. Y que más que aspirar a obtener dinero anhelaba llegar al más alto punto de influencia.
Ya en la Presidencia, su sobrina, profesora de psicología, publicó un libro muy fuerte sobre su tío y llegó a afirmar que si era reelegido acabaría con la democracia americana. Escribió que había acabado con su padre, el hermano de Trump, pero que no podía permitir que acabar también con el país.
Hago reminiscencias, muy selectivas para señalar que no obstante su publicación por parte de personas con autoridad en la materia, ello no afectó las ambiciones de Trump ni el comportamiento del electorado, en dos ocasiones.
Lo que sí es evidente es que es indispensable contar con un mecanismo respetable y viable que le permita al electorado y, si es el caso, a los más altos funcionarios de un gobierno, preservar la máxima dignidad y eficacia en el ejercicio del poder presidencial.