Resumen
La mujer de 33 años fue declarada culpable de "difundir información destinada a incitar al odio contra personas religiosas y grupos específicos"
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En un veredicto que ha conmocionado a la comunidad internacional, una mujer musulmana, Lina Lutfiawati, conocida en las redes sociales como Lina Mukherjee, ha sido condenada a dos años de prisión en virtud de la ley de blasfemia de Indonesia.
El motivo de esta sentencia fue un video que compartió en TikTok, en el que se la ve recitando una oración islámica antes de probar carne de cerdo mientras visitaba la isla turística de Bali.
El juicio de Lina Lutfiawati tuvo lugar en el tribunal del distrito de Palembang, en la isla de Sumatra. La mujer de 33 años fue declarada culpable de "difundir información destinada a incitar al odio contra personas religiosas y grupos específicos", según documentos judiciales.
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Además de la condena de prisión, el tribunal le impuso una multa de US$ 16.245 (250.000.000 de rupias indonesias), una cantidad significativa en un país donde el salario anual per cápita ronda los US$ 4.300. El tribunal advirtió que la pena de prisión podría aumentar en tres meses si no se paga la multa.
La sentencia ha dejado a Lina Mukherjee conmocionada. En declaraciones a la prensa tras el juicio, expresó su sorpresa y declaró que aunque reconoce su error, no esperaba un castigo tan severo. Además, dejó abierta la posibilidad de presentar una apelación.
Indonesia, la nación musulmana más grande del mundo, enfrenta un aumento en el conservadurismo religioso en los últimos años. Grupos de defensa de los derechos humanos han advertido que las leyes contra la blasfemia se están utilizando cada vez más como herramienta para reprimir a las minorías religiosas ya aquellos que se percibe que han insultado al Islam.
El consumo de cerdo está prohibido en el islam, y aunque millones de no musulmanes en Indonesia, incluida la población china y los habitantes de la isla de Bali, lo consumen regularmente, sigue siendo un tabú entre la mayoría de los musulmanes indonesios.
Lina Mukherjee, que se identifica como musulmana y tiene más de dos millones de seguidores en redes sociales, recibió críticas y condenas después de compartir un vídeo en el que recitaba la frase islámica "Bismillah" antes de probar piel de cerdo crujiente en Bali.
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El video se volvió viral pero provocó la indignación de grupos religiosos, incluido el Consejo de Ulemas de Indonesia, el máximo órgano clerical musulmán del país, que lo demostró "blasfemo". Esto llevó a investigaciones policiales y finalmente al procesamiento de Mukherjee.