Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El domingo 30 de junio, la extrema derecha francesa, representada por el partido Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, emergió como ganadora en la primera vuelta de las elecciones legislativas cruciales. Las fuerzas del presidente Emmanuel Macron quedaron en tercer lugar, superadas por la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP).
Según las primeras estimaciones, el RN y sus aliados obtuvieron más del 34% de los votos. Sin embargo, deberán esperar a la segunda vuelta del 7 de julio para determinar si alcanzan la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. Marine Le Pen, en su feudo de Hénin-Beaumont, declaró la necesidad de una mayoría absoluta para su partido. Desde París, Jordan Bardella, candidato a primer ministro por RN, expresó que los franceses "han emitido un veredicto rotundo".
La alianza de Macron se quedó con un 20,5% a 21,5% de los votos, mientras que la coalición de izquierdas logró entre un 28,5% y un 29,1%, de acuerdo con los institutos de sondeos Ifop e Ipsos.
Implicaciones y Reacciones
De consolidarse el ascenso de la extrema derecha en la segunda vuelta, Francia se sumaría a la lista de países de la Unión Europea gobernados por esta tendencia, similar a Italia. Esto podría debilitar la política de apoyo a Ucrania del presidente Macron, aunque el RN afirma apoyar a Kiev, subrayando la necesidad de evitar una escalada con Moscú.
A las 17:00 horas del día de las elecciones, la participación alcanzó un 59,39%, un incremento de 20 puntos respecto a 2022, según el Ministerio del Interior. Este dato refleja la percepción de los votantes sobre la importancia histórica de estos comicios.
El sistema electoral francés, con circunscripciones uninominales y un sistema mayoritario a dos vueltas, hace incierto el resultado final en la Asamblea Nacional. Dependiendo de los resultados de la primera vuelta, pueden acceder a la segunda vuelta dos, tres o más candidatos por circunscripción.
Llamados a la Unidad
La presión sobre los rivales del RN para evitar su llegada al poder ha aumentado. Laurent Berger, exlíder sindical, instó a los partidos a retirarse en caso de balotajes con tres candidatos para aumentar las opciones contra un rival ultraderechista. Los socialistas, ecologistas y comunistas, aliados en el NFP, aseguraron que se retirarían si sus candidatos accedían a la segunda vuelta en tercera posición.
Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa, también apoyó esta estrategia en circunscripciones donde el RN quedó primero. Sin embargo, el oficialismo se muestra reticente a retirarse para favorecer a otros partidos contra la extrema derecha.
El presidente Macron, cuya popularidad ha disminuido, llamó a una alianza amplia y demócrata contra la extrema derecha durante la segunda vuelta, priorizando una política de caso por caso. Por su parte, el partido de derecha Los Republicanos, dividido por el pacto de su presidente Éric Ciotti con la formación de Le Pen, se negó a aislar a la extrema derecha y anunció que no dará consignas de voto.
Escenarios Futuros
Con su mandato terminando en 2027, Macron se arriesga a compartir el poder con un gobierno de otro color político. RN ya anunció que postulará a Jordan Bardella como primer ministro si logran la mayoría absoluta, prometiendo ser "intransigente en la política" que aplicará.
Los rivales de RN advierten sobre los riesgos de una llegada al poder de la extrema derecha, que ha trabajado en la última década para moderar la imagen heredada de su fundador, Jean-Marie Le Pen, conocido por sus comentarios racistas y antisemitas.