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Falsos Servicios y cómo no caer ante los delincuentes en Santander

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Resumen

El municipio de Lebrija enfrenta preocupaciones por extorsiones bajo falsos servicios. Aunque no hay grupos armados, las autoridades, lideradas por el alcalde Gabriel Martínez, refuerzan la seguridad. Destacan la importancia de la denuncia y contactar al Gaula para enfrentar este problema.

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Por: Andrés Felipe Quijano Silva / EL FRENTE

El municipio de Lebrija, conocido por su tranquilidad y desarrollo agrícola, se ha visto envuelto en una ola de preocupación debido a denuncias de extorsión bajo la modalidad de “falsos servicios”. Aunque las autoridades locales descartan la presencia de grupos armados ilegales, las recientes denuncias han generado incertidumbre entre los habitantes y las autoridades han intensificado las acciones para prevenir este tipo de delitos.

El alcalde de Lebrija, Gabriel Martínez Calderón, en su momento lideró un consejo de seguridad para aclarar la situación y reafirmar el compromiso del municipio con la seguridad de sus residentes.

Tras la reunión, Martínez aseguró que no hay presencia del Clan del Golfo o de las Autodefensas Gaitanistas en el territorio. “El municipio no cuenta con grupos delincuenciales al margen de la ley. Frente al hecho en concreto, fue bajo la modalidad del falso servicio. Deja una víctima proveniente del área metropolitana a quien le incineran su moto mediante llamadas extorsivas que atentaban contra su vida. Esto nada tiene que ver con grupos al margen de la ley”, puntualizó el mandatario.

El Caso del Motociclista Extorsionado

El hecho que desató la alarma ocurrió hace poco cuando Ricardo Martínez, un transportador informal, denunció a través de redes sociales que fue víctima de extorsión después de haber prestado un servicio a un amigo del barrio El Porvenir de Bucaramanga. Según su relato, su amigo había conseguido un trabajo a través de la plataforma Marketplace, y la oferta requería presentarse en una finca de Lebrija.

Durante el trayecto, todo parecía normal, pero al acercarse al lugar de la supuesta oferta de trabajo, la situación cambió radicalmente. Ricardo cuenta que el contacto inicial con el empleador se perdió, y cuando volvieron a comunicarse, escucharon la voz de un hombre que afirmó pertenecer a las Autodefensas Gaitanistas, un nombre que evoca temor debido a su historial de violencia en la región. El supuesto “comandante” les ordenó no moverse del lugar, ya que, según él, estaban en una zona prohibida para quienes no son residentes.

Lo que comenzó como una simple prestación de servicio se tornó rápidamente en una situación de terror. De acuerdo con el testimonio de Martínez, les exigieron dinero como una “multa” por haber ingresado a esa supuesta zona. En medio de la confusión y el miedo, apareció un vigilante armado, pero, sorprendentemente, el mismo extorsionista que hablaba con ellos por teléfono le dio la orden de dejarlos en paz.

Sin embargo, la pesadilla no terminó ahí. El mismo hombre les ordenó quemar la motocicleta o, de lo contrario, enviarían sicarios para atacarlos. Bajo amenaza y sin posibilidad de escapar, el motociclista no tuvo más remedio que cumplir la macabra orden.

Extorsión y Falsos Servicios en aumento

El caso de Ricardo Martínez es uno de los tantos que preocupan a las autoridades en el área metropolitana de Bucaramanga. El mayor Luis Franco Aparicio, comandante del Gaula Santander, explicó la situación en detalle durante una entrevista, donde destacó cómo esta modalidad de extorsión se ha vuelto más común en la región. “La modalidad de extorsión bajo falsos servicios se aprovecha de la necesidad de los ciudadanos que buscan trabajo o que prestan algún tipo de servicio. A través de llamadas telefónicas, los delincuentes los conducen a zonas rurales con poca señal y tránsito de personas, y desde ahí, los intimidan haciéndoles creer que están en territorios controlados por grupos armados”, explicó Franco.

El comandante detalló que el modus operandi comienza con un contacto inicial donde los delincuentes se hacen pasar por posibles empleadores o clientes. Aprovechan la necesidad económica de las personas para conseguir información básica y luego, una vez en el lugar acordado, inician las amenazas. Franco subrayó que, en la mayoría de los casos, todo sucede a través de llamadas telefónicas, lo que hace difícil para las víctimas saber si realmente están en peligro o no.

“En el caso de Lebrija, sucedió similar. Una persona fue conducida a zona rural tras recibir una oferta de trabajo como conductor. Contrató un servicio de mototaxismo para llegar al lugar, y al llegar, comenzó el calvario. Los delincuentes, a través de llamadas, les hicieron creer que estaban en una zona controlada por grupos armados, pero realmente todo era una mentira”, explicó el mayor Franco.

Una de las tácticas más utilizadas en este tipo de extorsiones es amenazar a las víctimas con represalias violentas si no cumplen sus órdenes. Para incrementar la presión, los delincuentes llaman a los familiares de las víctimas y les informan que sus seres queridos están secuestrados. En ese momento, la familia, al intentar contactarse con la víctima y no recibir respuesta, entra en pánico y termina accediendo a las exigencias económicas de los extorsionistas, que suelen variar entre sumas grandes y montos pequeños, dependiendo de la capacidad de pago de la víctima.

¿Qué hacer ante una extorsión?

El mayor Franco enfatizó la importancia de mantener la calma y contactar de inmediato a las autoridades. El Gaula, a través de su línea nacional 165, está disponible las 24 horas para recibir denuncias y orientar a las víctimas y sus familias. “Es fundamental que la familia se comunique de manera oportuna con el Gaula. Nosotros buscamos primero tranquilizar a la familia, orientarla y ubicar a la víctima, porque muy seguramente está orillada en alguna carretera rural, temiendo moverse debido a la presión de estos delincuentes”, recalcó el oficial.

Además, Franco recomendó a las personas que ofrezcan servicios en zonas rurales a que siempre verifiquen la legitimidad de las solicitudes. “Si es algún tipo de solicitud de trabajo, lo ideal es pactar la primera reunión en un área urbana. Eso permite evaluar si realmente es un negocio legítimo. Además, compartir la ubicación en tiempo real con algún familiar o amigo puede ser de gran ayuda para reaccionar rápidamente en caso de emergencia”, indicó.

Lebrija Refuerza la Seguridad

Frente a la creciente preocupación de la población, el alcalde de Lebrija aseguró que se convocarán nuevas reuniones con el sector comercial y los presidentes de las Juntas de Acción Comunal para analizar las medidas de seguridad y fortalecer la cooperación entre la comunidad y las autoridades.

“Queremos mantener la cercanía con la población y evitar que este tipo de hechos se repitan. Las extorsiones y los falsos servicios son una amenaza creciente, pero juntos, podemos combatirla con la denuncia y la prevención”, afirmó el alcalde Martínez.

En resumen, aunque no hay presencia de grupos armados en Lebrija, los falsos servicios y las extorsiones representan un desafío significativo para la seguridad del municipio y sus alrededores. Las autoridades insisten en que la clave para enfrentar este fenómeno radica en la prevención y la denuncia oportuna.

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