Resumen
El Premio Nobel de la Paz 2024 fue otorgado a Nihon Hidankyo, una organización de sobrevivientes de los bombardeos atómicos en Hiroshima y Nagasaki, por sus esfuerzos en lograr un mundo sin armas nucleares y mantener viva la memoria de los horrores nucleares de 1945.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Nihon Hidankyo siempre luchando contra horrores de la guerra. En conmemoración a las víctimas y los sobrevivientes de la tragedia en Hiroshima, se ha decidido, este año, otorgar el Nobel de la Paz 2024 a lo que nunca más se debería repetir en la humanidad.
El Premio Nobel de la Paz 2024 fue concedido a Nihon Hidankyo, una organización japonesa compuesta por sobrevivientes de la bomba atómica, por sus esfuerzos “para lograr un mundo libre de armas nucleares”.
Los habitantes de Hiroshima, al igual que los sobrevivientes, fueron recompensados con el Premio Nobel de la Paz 2024 por continuar luchando para que el mundo no olvide los horrores de los bombardeos atómicos de 1945. Estos ataques, los únicos con armas nucleares en la historia, devastaron las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, dejando cientos de miles de víctimas.
El Comité Nobel noruego elogió al grupo “por demostrar, a través de testimonios de testigos, que las armas nucleares nunca deben volver a ser utilizadas”. La organización, también conocida como Hibakusha, fue formada por sobrevivientes de las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945.
Frases del comité
“Un día, los sobrevivientes de la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki ya no estarán entre nosotros como testigos de la historia… Pero con una fuerte cultura de la memoria y un compromiso continuo, nuevas generaciones en Japón están llevando adelante la experiencia y el mensaje de los testigos”, dijo el comité al anunciar su decisión en Oslo.
Alrededor de 80.000 personas murieron en el acto cuando Estados Unidos lanzó la bomba atómica sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Robert Lewis, copiloto del Enola Gay que lanzó la bomba, supuestamente dijo en el momento: “Dios mío, ¿qué hemos hecho? Dios mío, ¿qué hemos hecho?”.
Tres días después, EE.UU. lanzó una segunda bomba sobre Nagasaki, matando a unas 70.000 personas. En los años siguientes, decenas de miles de personas murieron en ambas ciudades por la radiación de la explosión.
Susumu Ogawa, quien tenía cinco años cuando la bomba fue lanzada sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945, perdió a varios miembros de su familia en ese bombardeo, entre las 140,000 personas fallecidas.
Aunque tiene pocos recuerdos de ese día, Ogawa reconstruyó los hechos a través de los testimonios de otros sobrevivientes. Expresó que las armas nucleares deberían ser abandonadas para siempre, dado el terrible sufrimiento que causaron.