Resumen
El Dr. Patricio López Jaramillo, rector de la UDES, resalta la crisis de salud en Santander por obesidad y mala alimentación. A pesar de ser un área productora de frutas y verduras, predominan dietas altas en carbohidratos y productos procesados. Se propone un enfoque integral para mejorar hábitos.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Una crisis silenciosa
El DR. Patricio López Jaramillo MD PhD FACP, rector general de la Universidad de Santander (UDES), ha hecho un llamado urgente para abordar los problemas de salud que afectan al departamento de Santander, particularmente relacionados con la alimentación y el estilo de vida de sus habitantes. En una entrevista exclusiva para EL FRENTE, López Jaramillo ofreció un panorama detallado de las principales preocupaciones en términos de salud, desde el creciente problema de obesidad hasta la deficiencia alimentaria en la región, que afecta tanto a adultos como a niños.
Uno de los principales problemas de salud que el rectoridentificó es el alto nivel de obesidad en el departamento. Según sus declaraciones, la obesidad en Santander se define por un índice de masa corporal (IMC) superior a 30, mientras que el sobrepeso corresponde a un IMC entre 25 y 30. “Santander tiene uno de los más altos niveles de obesidad del país”, afirmó, resaltando la preocupante relación entre las costumbres alimentarias locales y esta problemática.
Una de las causas principales de este aumento en los índices de obesidad es el tipo de alimentación que prevalece en la región. A pesar de ser un departamento productor de frutas y verduras, el consumo de estos alimentos es bajo, mientras que los productos procesados y altos en carbohidratos, como las harinas y la repostería, son parte fundamental de la dieta de los santandereanos. Esto ha generado una paradoja alimentaria en la que el acceso a alimentos saludables existe, pero no se refleja en los hábitos de consumo.
El doctor subrayó que la seguridad alimentaria es una prioridad para la UDES, y es un tema que está siendo tratado desde múltiples áreas de la universidad, incluyendo salud, agronomía y economía. El concepto de seguridad alimentaria, que implica el acceso libre y permanente a una dieta saludable, está en contradicción con la realidad que enfrenta Santander. En términos de cifras, el rector destacó que un 17% de los niños escolares en el departamento presenta algún grado de desnutrición, mientras que el 21% sufre de sobrepeso u obesidad.
Este problema, denominado “obesidad en la pobreza”, es una situación en la que los niños tienen exceso de peso, pero a la vez sufren de deficiencias nutricionales, como la falta de hierro, lo que los lleva a padecer anemia. Esta combinación es especialmente perjudicial para el desarrollo físico y cognitivo de los niños, afectando su rendimiento escolar y su crecimiento. “Es un problema serio vinculado a las costumbres alimentarias”, afirmó López Jaramillo.
El reto de mejorar los hábitos alimenticios
Para enfrentar estos desafíos, el rector destacó la importancia de repensar el modelo alimentario del departamento. La producción de alimentos en Santander está profundamente ligada a la economía local, con sectores importantes como la producción de panela y dulces. Sin embargo, señaló que, “es necesario implementar un enfoque más sostenible y saludable, donde los sectores económicos importantes, como el agrícola, puedan seguir prosperando sin comprometer la salud de los habitantes”.
Un factor fundamental en esta transformación es el acceso a alimentos ricos en nutrientes, como las proteínas animales. El doctor enfatizó que la dieta saludable debe incluir al menos dos porciones diarias de productos lácteos como leche, queso o yogur. Sin embargo, en Santander el consumo de estos productos es muy bajo, con un promedio de solo 0.4 porciones diarias, muy lejos del estándar recomendado.
Además, López Jaramillo llamó la atención sobre la deficiencia en el consumo de leguminosas como frijoles, lentejas y arvejas, que son esenciales para una dieta equilibrada. También mencionó el potencial de las nueces tropicales, que podrían ser una fuente valiosa de nutrición y un motor de desarrollo económico para la región si se explotan adecuadamente. Según el rector, la diversificación de cultivos podría mejorar tanto la seguridad alimentaria como las oportunidades de exportación, contribuyendo a la sostenibilidad económica del departamento.
La importancia de un enfoque integral
Para abordar de manera efectiva los problemas de salud y seguridad alimentaria, el doctor destacó la necesidad de un enfoque integral. El sistema alimentario es complejo y requiere la participación de múltiples sectores, desde la infraestructura vial para garantizar el transporte adecuado de alimentos, hasta la producción sostenible y la comercialización justa. “Necesitamos que todos los sectores trabajen juntos”, afirmó, señalando que todas las facultades de la UDES están involucradas en la búsqueda de soluciones, desde derecho hasta economía, pasando por ingeniería y agronomía.
Uno de los proyectos más destacados en esta línea es el Centro Tecnológico de la UDES en Sabana de Torres, que abarca 60 hectáreas dedicadas al desarrollo de sistemas alimentarios sostenibles y energías renovables. Este centro busca implementar prácticas como el silvopastoreo, una técnica que combina la crianza de ganado con la conservación del medio ambiente, evitando la deforestación y promoviendo una ganadería más sostenible.
Consejos para los padres
En cuanto a la crianza de niños saludables, López Jaramillo fue enfático en tres pilares fundamentales: una alimentación adecuada, actividad física y, sobre todo, amor. “El entorno social es clave para el desarrollo de los niños”, señaló el rector, destacando que el crecimiento saludable de los niños no solo depende de una buena alimentación, sino también de un entorno afectivo y social adecuado.
El rector también alertó sobre el peligro de los alimentos ultraprocesados, que suelen ser más económicos y fáciles de almacenar, pero que están llenos de conservantes, sal y azúcares. Estos productos desplazan a los alimentos frescos y naturales, afectando negativamente la salud de los niños. Por ello, el doctor abogó por fomentar el consumo de frutas, verduras y leguminosas, que son alternativas saludables y accesibles.
Finalmente, López Jaramillo destacó el compromiso de la UDES con la promoción de una vida saludable y el bienestar de la comunidad santandereana. Con programas de investigación y desarrollo enfocados en la seguridad alimentaria y la salud pública, la universidad se posiciona como un actor clave en la transformación del modelo alimentario de la región. “Esta es una universidad para todos”, concluyó el rector, reiterando la importancia de la inclusión y la responsabilidad social en la misión de la UDES.