Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El gobernador de Santander, Mayor General (MG) Juvenal Díaz Mateus, sorprendió a la opinión pública del departamento con una muy bien organizada estrategia de seguridad que ha puesto en marcha su administración, donde prevalece el deseo de recuperar la tranquilidad en todos los municipios de Santander. Hay mucha seguridad en las palabras y en los informes del señor Mayor General (MG) Diaz Mateus y de su equipo de colaboradores, con resultados estratégicos que están a consideración de la opinión pública.
Hace treinta años, los dirigentes políticos del departamento, los comerciantes y ganaderos, tenían que pagar escoltas para visitar sus estancias campesinas. Las extorsiones, el secuestro y el asesinato selectivo eran comunes en Santander, en medio del conflicto armado. En el departamento de Santander las guerrillas de las FARC y del ELN tenían tomadas casi todos los municipios. El único vividero que se salvó de la ‘Guerra de Guerrillas’ fue la Mesa de los Santos, por la organización de los grupos de autodefensa, que, en su momento, resultaron ser una necesidad para el departamento.
Las FARC y el ELN sostenían ocho (8) Frentes Guerrilleros distribuidos entre las Provincias de Vélez, Comuneros, García Rovira, Soto Norte, Bajo Rionegro y Magdalena Medio. El ELN, compuesto especialmente por estudiantes de la Universidad Industrial y del Colegio Santander llegó a tener tanta influencia, con el Frente Claudia Isabel Escobar en la zona metropolitana de Bucaramanga.
Las tesis que esgrimía el ideólogo Jaime Arenas Reyes lo llevarían a su propio sacrificio, cuando en la región de ‘Patio de Cemento’ se enfrentaron con las tropas del Batallón Luciano D’Luyer, donde fue inmolado el sacerdote Camilo Torres Restrepo, convertido en símbolo de la lucha armada, que se había iniciado en la Universidad Industrial y en el Colegio Santander. El asesinato del exparlamentario Juan Barragán Ruiz y del diputado Carlos Rivera Cruz en las calles de Bucaramanga y de varios alcaldes en los municipios de Mogotes, Zapatoca, San Vicente de Chucurí, El Playón y Rionegro fue dramático.
En la primera generación de guerrilleros del ELN en Santander fueron sacrificadas algunas de las mejores reservas universitarias de la UIS, como Víctor Medina Morón, Iván Calderón Tarazona, Ricardo Lara Parada y los Hermanos Ochoa. Varios de los simpatizantes de esta agrupación insurgente tuvieron que irse del país y otros murieron en las montañas de la Cordillera de Yariguíes, al mando de Nicolás Rodríguez Bautista, que a los catorce años de edad fue inducido a la lucha armada en el corregimiento de Yarima, municipio de San Vicente de Chucurí.
Los politólogos hemos averiguado por la suerte de la ‘Mona Mariela’, que dirigió la ‘Toma de Simacota’ en 1966, residencia de su familia, que al parecer hubo de cambiarse de nombre, gracias a una nueva norma del Código civil colombiano, para poderse graduar como abogada en una universidad extranjera. Ella fue una estudiante universitaria de armas tomar, como lo reconocen sus antiguos compañeros y hay versiones sobre su propia supervivencia.
La muerte trágica del ideólogo Jaime Arenas Reyes, asesinado en las calles de Bogotá por discrepancias con Fabio Vásquez Castaño, comandante militar de esa organización insurgente, le costaría la ‘pena de muerte’ de parte de sus propios y falsos amigos de causa, que lo traicionaron.Los hermanos de Vásquez Castaño, Antonio y Luis Vásquez Castaño, murieron en los combates del ELN en la región de ‘El Bagre’, departamento de Antioquia. Como lo dijo el señor gobernador de Santander, en la rendición de cuentas el pasado fin de semana, en Santander hemos conquistado la seguridad ciudadana y esperamos que la seguridad siga siendo el principal pilar de su fecunda administración.