Resumen
Fabio Alex Ortega, defensor de derechos humanos, fue asesinado en Cúcuta por sicarios en motocicleta. Había denunciado amenazas relacionadas con su oposición a la minería ilegal. Uno de los escoltas resultó herido y las autoridades investigan posibles grupos criminales detrás del ataque.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El reconocido líder y defensor de derechos humanos Fabio Alex Ortega fue asesinado en un ataque sicarial en el barrio Cúcuta 75, al norte de la capital de Norte de Santander. Ortega, quien había sido personero de los municipios de El Zulia y San Cayetano, se movilizaba en un vehículo asignado por la Unidad Nacional de Protección (UNP) cuando fue interceptado por dos sicarios en motocicleta.
En el atentado, uno de los agresores, un menor de 16 años, murió en un intercambio de disparos con los escoltas del líder, mientras que otro de sus guardaespaldas resultó gravemente herido tras recibir tres impactos de bala. Este último se encuentra hospitalizado en una clínica privada de la ciudad.
Fabio Alex Ortega había denunciado previamente amenazas contra su vida relacionadas con su labor de defensa de derechos humanos, en particular por su oposición a actividades de minería ilegal en la región. Un día antes de su asesinato, a través de su cuenta en X, alertó sobre la situación crítica que enfrentan los defensores de derechos humanos en el país.
El coronel Édgar Andrés Correa, comandante encargado de la Policía Metropolitana de Cúcuta, informó que en el momento del ataque los escoltas reaccionaron para neutralizar la amenaza, pero no lograron evitar el fatal desenlace. Actualmente, las autoridades investigan qué grupos criminales están detrás del asesinato, considerando que la región es un foco de actividad para estructuras como el 'Clan del Golfo', el 'Tren de Aragua', los 'AK 47' y otros actores armados.
La Defensoría del Pueblo condenó el crimen, señalando que Ortega se suma a los 171 líderes asesinados en 2024, según cifras de Indepaz. La entidad reiteró la necesidad de fortalecer las medidas de protección y cumplir las alertas tempranas emitidas para prevenir estos actos de violencia.
Este asesinato, que coincide con el aumento de desplazamientos forzados de líderes sociales en la región, refleja la preocupante realidad de inseguridad en Norte de Santander, especialmente en la zona fronteriza. Las autoridades locales han convocado un consejo de seguridad para analizar las estrategias necesarias que permitan identificar y capturar a los responsables intelectuales de este crimen que enluta al movimiento social colombiano.