Resumen
David Curtidor Argüello, director del Fondo Nacional de Estupefacientes, está acusado de manipulación de documentos y falta de experiencia requerida para su puesto. Se alega que obtuvo certificación de experiencia laboral de una empresa familiar, posiblemente falsificada.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)**Polémica en el Fondo Nacional de Estupefacientes por nombramiento cuestionado**
David Curtidor Argüello, quien asumió la dirección del Fondo Nacional de Estupefacientes hace más de tres meses, es foco de controversia tras emerger acusaciones sobre la *legitimidad* de su nombramiento. Este organismo es esencial para la regulación de sustancias controladas en el país, incluyendo la gestión de importación y distribución de sustancias psicoactivas.
La situación tomó un giro crítico esta semana cuando, en el marco de una sesión parlamentaria, se presentaron señalamientos sobre supuestas maniobras irregulares perpetradas por Curtidor para asegurar su posición. El Ministerio de Salud, dirigido por Guillermo Alfonso Jaramillo en la fecha del nombramiento, el 14 de noviembre, está ahora bajo escrutinio.
El principal cuestionamiento gira en torno a los requisitos necesarios para ocupar dicho cargo. Según una resolución emitida en 2016, se requiere de 70 a 76 meses de experiencia profesional, contraste marcado por los 56 semanas de experiencia que Curtidor habría demostrado, hecho señalado por miembros de la misma entidad.
No obstante, lo que ahonda la gravedad de las acusaciones es la *presunta manipulación* en la certificación de experiencia laboral. El representante Juan Losada (Partido Liberal) hizo notar una certificación emitida por la empresa propia de Curtidor, siendo contribuyentes principales sus familiares directos.
En un acto que ***Losada describe como posible fraude documentario***, la certificación estuvo firmada por el hijo de Curtidor, quien omitió su apellido paterno en la firma, utilizando el materno, en un aparente intento de evitar el vínculo familiar reconocido. No obstante, ironías del destino, cuando registró su empresa, el nombre ***Curtidor*** fue empleado sin reservas.
La controversia está lejos de disiparse y podría desencadenar consecuencias significativas para la gestión y la credibilidad del Fondo Nacional de Estupefacientes.