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Mientras estudiantes hacinados sufren de dolores de cabeza y sangrado nasal al permanecer en salones con techos de asbesto, la institución no puede hacer uso de instalaciones propias donde podrían habilitar nuevos salones y un restaurante escolar.
Estudiantes, padres de familia y comunidad en general de Barichara participarán mañana en una marcha por las principales calles del municipio para exigir el fin de un comodato que cedió a la Fundación Taller Barichara el uso de instalaciones del colegio Instituto Técnico Aquileo Parra que el arrendatario debía entregar hacer dos semanas, tras vencerse la última extensión del préstamo.
Ana Elisa González, representante del grado 6-2 y del Comité de Restaurante Escolar de la institución educativa, señaló que en el año 2007 la Gobernación de Santander le entregó en comodato al inquilino un área de 552 metros cuadrados, para que allí realizará sus labores.
La Fundación adaptó allí un espacio para El Museo de Cerámica, un taller de encuadernación, un restaurante y espacio para los estudiantes de cocina. El comodato se ha ido renovando cada 5 años.

“El 3 de octubre del 2023 se cumplieron los últimos 5 años del comodato, y el 3 de noviembre debían hacer entrega del bien y lo siguen ocupando a pesar de que el contrato terminó. Mientras tanto, los estudiantes de algunos cursos han estado hacinados y registrando dolores de cabeza y de garganta reiterativos y sangrado por la nariz al usar 4 salones con techo de asbesto construidos hace más de 60 años”, dijo la madre de un alumno.
El pasado 11 de mayo se radicó en la Gobernación de Santander un derecho de petición firmado por 679 padres de familia, estudiantes y comunidad donde pidieron devolver al colegio el área en comodato.
“Recibimos una respuesta de la Dirección de Recursos Físicos de la Gobernación donde trasladan la inquietud a la Secretaría de Educación, pidiendo que se hiciera una visita al colegio pero esa inspección no se ha realizado”, agregó González.
La fundación, que hizo una inversión importante para mejorar el área que tiene en comodato, estaría dispuesta a compartir las instalaciones en una nueva extensión del comodato, pero los padres de familia insisten en que ese lugar también se requiere para disponer de un restaurante escolar, pues los jóvenes deben salir del colegio para tomar los alimentos del PAE en una edificación de la Alcaldía.