Resumen
Bajo la dirección de Patricia Tobón Yagarí, la Unidad para las Víctimas en Colombia ha entregado más de 204.000 indemnizaciones a víctimas del conflicto armado. Además, ha implementado estrategias como el Modelo de Intervención Territorial Integral y el enfoque de Soluciones Duraderas de la ONU.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
La Unidad para las Víctimas bajo la dirección de Patricia Tobón Yagarí, ha revelado los hitos alcanzados durante casi dos años de gestión gubernamental, reflejando un compromiso sólido hacia la reparación integral y atención a las víctimas del conflicto armado en Colombia.
Entre los logros más destacados se encuentra la entrega de más de 204.000 indemnizaciones a 178.953 víctimas, por un valor de 1,7 billones de pesos, representando un 13% del total histórico de indemnizaciones. Este hito es señal de un esfuerzo sin precedentes para resarcir el daño causado a aquellos que han sufrido los estragos del conflicto.
Además, la Unidad ha implementado estrategias innovadoras como el Modelo de Intervención Territorial Integral (MITI), permitiendo una atención más específica y efectiva en las zonas afectadas. Este enfoque territorial ha sido clave para comprender las necesidades de las víctimas en cada región y articular programas de manera ordenada.
El compromiso con la atención prioritaria a adultos mayores, personas en condición de discapacidad y enfermedades catastróficas se ha reafirmado, garantizando la indemnización a más de 106.000 víctimas que forman parte de esta ruta prioritaria.
En cuanto a la recuperación del Fondo para la Reparación, se han realizado acciones concretas para mitigar el detrimento económico, incluyendo una auditoría forense y mejoras en la gestión de los recursos. La firma de un contrato interadministrativo con la Agencia Nacional de Tierras para la compra de bienes inmuebles urbanos demuestra un compromiso continuo con la reparación integral.
La atención diferencial a largo plazo también ha sido prioridad, con la implementación del enfoque de Soluciones Duraderas propuesto por la ONU, convirtiendo a Colombia en un piloto global de su aplicación. Esto se ha traducido en la coordinación con autoridades locales para incluir este enfoque en los planos de desarrollo territorial y regional.
Además, se han logrado avances significativos en la reparación colectiva, con reconocimientos históricos a grupos étnicos y comunidades que han esperado durante años su inclusión en el Registro Único de Víctimas.
Por último, la reglamentación de decretos ley étnicos muestra un compromiso sin precedentes en la aplicación del enfoque étnico para la atención a las víctimas, con avances significativos en las consultas previas con pueblos indígenas y el pueblo Rrom.
