Resumen
El gobernador de Santander, Juvenal Díaz, pide la intervención urgente del gobierno nacional ante el temor de los habitantes de Barrancabermeja por la presencia de panfletos y grafitis de disidencias de las Farc. Exige un consejo de seguridad con el presidente Petro.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El gobernador de Santander, Juvenal Díaz, ha alzado su voz ante la creciente ola de violencia que azota al Distrito Especial de Barrancabermeja.
La reciente aparición de panfletos y grafitis alusivos a las disidencias de las Farc ha sembrado el temor entre los habitantes, quienes claman por la atención del gobierno nacional.
"La población está atemorizada, se siente sola y abandonada", declaró el gobernador Díaz y exige una respuesta contundente por parte de las autoridades nacionales.
El mandatario departamental ha solicitado la convocatoria urgente de un consejo de seguridad en Barrancabermeja, con la presencia del presidente Gustavo Petro y todos sus ministros.
La situación en Barrancabermeja se ha tornado cada vez más tensa, con la proliferación de mensajes amenazantes y la presencia de grupos armados que perturban la tranquilidad de la comunidad.
Los habitantes de la región se sienten desprotegidos y exigen medidas urgentes para garantizar su seguridad.
El gobernador Díaz ha expresado su preocupación por la falta de atención por parte del gobierno nacional, señalando que la ministra de Defensa encargada no ha tenido tiempo para abordar la problemática de Barrancabermeja.
Ante esta situación, el mandatario ha insistido en la necesidad de que el presidente Petro asuma el liderazgo y convoque a un consejo de seguridad de alto nivel en la ciudad.
"No esperemos a que la situación sea incontrolable", advirtió el gobernador Díaz, al hacer un llamado a la acción inmediata para evitar que la violencia se apodere de Barrancabermeja.
La situación en Barrancabermeja es un reflejo de la compleja problemática de violencia que afecta a Colombia.
La presencia de grupos armados, la falta de oportunidades y la ausencia de una respuesta efectiva por parte del Estado han generado un clima de inseguridad y zozobra en la región.