Barrancabermeja tiene un océano de petróleo a orillas del río Magdalena
Resumen
Barrancabermeja, símbolo de soberanía energética y resistencia social, celebra 103 años. Desde la refinería de Ecopetrol hasta logros culturales y desafiantes luchas laborales, su historia es testimonio vivo de cambios decisivos en Colombia.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Festejan el aniversario 103 de ‘La Bella Hija del Sol’
En Barrancabermeja, durante el Gobierno militar de Gustavo Rojas Pinilla, se erigieron nuevas obras de infraestructura. En 1954 se inauguró la refinería de Ecopetrol, plenamente operativa tras ajustes en sus unidades de destilación y craqueo.
Dos años más tarde, el 1 de diciembre de 1956, se abrió el aeropuerto Yariguíes, primer terminal aéreo construido específicamente para servir al sector petrolero y a los ciudadanos de la región.
Al mismo tiempo, Ecopetrol puso en marcha una planta piloto de recuperación secundaria en el pozo La Cira, destinada a elevar los niveles de extracción mediante técnicas de inyección de agua.
La conjunción de estas iniciativas benefició al comercio local y atrajo inversiones que permitieron el surgimiento de talleres mecánicos, almacenes y servicios de hospedaje.
La ampliación de la refinería y la habilitación del aeropuerto consolidaron a Barrancabermeja como epicentro del petróleo en Colombia. El auge petrolero desató conflictos laborales que convirtieron a Barrancabermeja en epicentro de la lucha obrera.
Víctimas del paramilitarismo
El primer estallido tuvo lugar el 8 de octubre de 1924, cuando trabajadores de la Troco exigieron aumentos de salario y condiciones de seguridad en las plataformas de perforación.
Las autoridades respondieron con desalojos forzados y detenciones. Veinte años más tarde, en abril de 1948, justo antes del magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán, los obreros volvieron a movilizarse para reclamar un sistema de salud digno y la reducción de la jornada laboral.
A partir de la década de 1980, las amenazas de los denominados grupos paramilitares se sumaron a la represión estatal y empresarial, con un saldo de decenas de sindicalistas asesinados.
El 16 de mayo de 1998, las Autodefensas de Santander y el Sur del Cesar (Ausac) masacraron a siete personas y secuestraron a veinticinco habitantes de barrios del nororiente.
Hasta la fecha, alrededor de quince víctimas permanecen desaparecidas, testimonio vivo de un conflicto que ha marcado la memoria colectiva.
En el mapa global
La vida cultural y deportiva de Barrancabermeja cobró impulso gracias al accionar de las organizaciones sindicales y populares. En 1952 nació la Banda 26 de Abril, orquesta municipal cuyo repertorio fusionó ritmos afrocolombianos y tradicionales de la región, reflejo de la convivencia de habitantes llegados de Antioquia, Bolívar, Cesar y la Mojana.
La ciudad acogió delegaciones nacionales e internacionales para el Mundial Juvenil de Patinaje de 1996, torneo que colocó a Barrancabermeja en el mapa deportivo global.
Ese evento demostró la pericia de sus deportistas y la capacidad logística de un territorio acostumbrado a acoger grandes concentraciones. En paralelo, productoras de radio y televisión grabaron documentales y series que rescataron episodios de la memoria petrolera, desde la llegada de los “gringos” hasta el proceso de reversión de concesiones y la construcción de Ecopetrol.
Gran símbolo energético
El acervo audiovisual y sonoro que produjo aquel periodo conserva testimonios de operarios, sindicalistas y habitantes, recurso valioso para investigadores y cronistas. Esas grabaciones cubrieron inauguraciones, huelgas y festivales folclóricos, piezas cruciales para llenar vacíos en los archivos locales.
A lo largo de más de un siglo, Barrancabermeja transitó de paraje olvidado a símbolo de soberanía energética y resistencia social. La convergencia de intereses estatales, multinacionales y trabajadores forjó un tejido urbano marcado por la lucha y el orgullo local.
Hoy, convertida en Distrito Especial, Barrancabermeja celebra 103 años de fundación y persiste como testigo de hitos decisivos en la historia nacional, desde la emisión de la Ley del Petróleo hasta las jornadas de protesta que redefinieron derechos laborales.
Su memoria se nutre de crónicas, grabaciones y testimonios orales que garantizan la vivencia de su legado. El Distrito reafirma su identidad cada abril, mes que recuerda su fundación y sus aportes al devenir del país.
