Brote de tuberculosis aumenta en las cárceles y se detecta también en habitantes de calle en Bucaramanga
Resumen
Bucaramanga reporta 142 casos de tuberculosis, afectando a reclusos y habitantes de calle. Un cerco epidemiológico se implementó en la cárcel Modelo con restricciones para frenar el brote.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Bucaramanga enfrenta un grave incremento en los casos de tuberculosis, que ascienden a 142, según reporta la Secretaría de Salud y Ambiente de la ciudad.
La enfermedad afecta principalmente a reclusos y habitantes en situación de calle, y coloca a la urbe como la cuarta con mayor número de registros a nivel nacional, superada únicamente por Cúcuta, Medellín y la capital.
Las autoridades locales han adoptado medidas contundentes para contener la propagación y atender de forma inmediata a la población afectada.
La secretaria de Salud y Ambiente, Claudia Amaya, comunicó la implementación de un cerco epidemiológico en la cárcel Modelo.
En este establecimiento se han identificado 107 casos confirmados y 218 en análisis. La medida obligó a suspender las visitas y a restringir el ingreso de nuevos reclusos, a fin de evitar la expansión del brote.
Asimismo, se han detectado tres casos en la cárcel de Mujeres, y se han registrado situaciones similares en estaciones de policía, entre habitantes en condición de calle y ciudadanos en general.
Amaya destacó que la tuberculosis no se limita al ámbito penitenciario. “No solamente tenemos esta enfermedad en la cárcel Modelo, también hay tuberculosis por fuera. Hay una población de muy alto riesgo que son las personas en condición de calle. Tener una persona con tuberculosis es muy fácil porque están inmunodeprimidos, como quienes tienen VIH o desnutrición, que es un factor de riesgo”, afirmó la funcionaria. Estas declaraciones subrayan la importancia de identificar a los grupos vulnerables y garantizar un tratamiento oportuno.
La situación se vio agravada por una irregularidad detectada en la IPS Norsalud, responsable de atender a la población privada de libertad.
La demora en el procesamiento de muestras de laboratorio permitió que se incrementaran los casos, situación que obligó a las autoridades a exigir un plan de contingencia en un plazo máximo de tres días.
Además, se estableció que en 15 días se contarán con todas las pruebas diagnósticas necesarias para identificar a la población afectada y administrar el tratamiento correspondiente.
El hacinamiento en los centros de reclusión se ha convertido en un factor determinante en la expansión de la enfermedad.
El veedor carcelario, Hernando Mantilla, aseguró que el problema será sometido a análisis por el Concejo Municipal, que aprobó una audiencia pública para debatir contagios y exceso de población en la cárcel Modelo.
