Resumen
La reforma laboral en Colombia favorece a trabajadores sindicalizados y podría incrementar los costos de operación, especialmente para los medios de comunicación. Esta reforma también busca aumentar en un 100% los salarios en días festivos y dominicales, lo que podría llevar al cierre de negocios.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Hacia donde apunta una reforma laboral que solamente favorece a los empleados y trabajadores sindicalizados, que quieren incrementar sus privilegios y eliminar el trabajo nocturno que realizan en los bares, restaurantes, salas de redacción de los periódicos, salas de cine, emisoras y canales de televisión. Para el futuro de los medios de comunicación en Colombia la reforma laboral es un desastre, porque los costos de operación y funcionamiento se incrementan en forma desproporcionada, imposible de financiar y sostener con la inmensa cantidad de impuestos y bonificaciones que habría que reconocer a los empleados y trabajadores.
La reforma laboral, donde se pretende aumentar en un ciento por ciento los salarios durante los días festivos y dominicales, convierte a Colombia en un país aburrido, donde habría que cerrar los clubes sociales, los restaurantes, los negocios de recreación y esparcimiento, en medio de una economía raquítica, golpeada por las últimas reformas tributarias. Los parlamentarios de los diferentes partidos políticos, que comprometieron ya sus votos para apoyar la reforma laboral estarían legislando en contra del país.
El actual presidente de la república y su ministra del trabajo, que han sido dirigentes sindicales, altamente irresponsables, quieren hacer derroche de generosidad y populismo con el patrimonio de las empresas legítimamente constituidas, que estarían en peligro de supervivencia, por la cantidad de obligaciones legales que le han venido acomodando al aparato productivo del país. El funcionamiento de los medios de comunicación estaría en peligro, si no se permite el trabajo nocturno en las salas de redacción y en los talleres de impresión, en condiciones de equidad para empresarios y trabajadores. El reajuste del ciento por ciento en las horas nocturnas y en los días festivos y dominicales es una amenaza para la supervivencia de las empresas.
Con el eterno desempleo, que crece todos los días, sería imposible sostener las empleadas del servicio doméstico, porque habría que pagarles festivos y dominicales, horas extras por atender a los niños y por cuidar a los ancianos, cuando deberían adoptarse algunas excepciones en las normas laborales, para que los trabajadores y empleados de los bares y restaurantes puedan garantizar sus servicios. También habría necesidad de consagrar excepciones para los trabajadores del volante, que realizan sus jornadas nocturnas en los centros urbanos y en las carreteras del país. No es fácil complacer a los dirigentes sindicales que solamente saben pedir aumentos de salarios, de bonificaciones y privilegios, cuando los impuestos de todo orden estrangulan el aparato productivo del país.
Una distinción clara que debería hacerse en la próxima reforma laboral, tiene que ver con la necesidad de proteger el trabajo de los periodistas, de los diseñadores de periódicos, de los locutores de radio y televisión, que deben rendir su jornada hasta altas horas de la noche y de la madrugada, para desarrollar su misión informativa. Igualmente debería existir una excepción para las empresas de vigilancia que desarrollan su labor en condominios residenciales, en los hospitales y clínicas del país. Los gremios económicos han dicho que la reforma laboral, tal como está concebida por el gobierno nacional, multiplicaría el ejército de desempleados y se perderían 450.000 puestos de trabajo.