Resumen
La Corte Constitucional de Ecuador ha despenalizado la eutanasia, en una resolución histórica lograda gracias a Paola Roldán, quien sufre de esclerosis lateral amiotrófica. Esta decisión permite a los médicos practicar la eutanasia sin enfrentar penalizaciones legales.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Quito, Ecuador - En una resolución histórica y trascendental, la Corte Constitucional de Ecuador ha dado luz verde a la despenalización de la eutanasia. Este pronunciamiento se dio el pasado miércoles, tras atender la petición de Paola Roldán, quien buscaba el acceso a una muerte digna debido a su lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA).
Con una mayoría significativa de siete votos a favor sobre nueve magistrados, se estableció que la eutanasia quedará bajo una categoría de 'constitucionalidad condicionada'. Dicha condición exime de responsabilidad penal a los médicos que practiquen la eutanasia activa, siempre en respuesta a una solicitud expresa, informada e inequívoca de un paciente que padece de un sufrimiento insostenible y derivado de una condición médica grave y sin esperanza de cura.
Paola Roldán, de 42 años, emprendió su lucha legal el 8 de agosto del año pasado, deseosa de terminar con un sufrimiento prolongado ocasionado por la enfermedad neurológica incurable que padece. Su viaje hacia esta victoria legal no fue sencillo; se enfrentó a un proceso desgastante no solo ante la justicia, sino también lidiando con la progresión de su enfermedad.
En una emotiva declaración recordó el difícil período vivido: 'Mi cuerpo rechazó la alimentación intravenosa, subsistiendo solo con sueros por 17 días', les narró a los jueces, mientras explicaba que la ELA había afectado ya el 95% de su cuerpo. La gravedad del avance de la enfermedad fue tal que, había llegado a recibir la extremaunción y se había despedido de sus seres queridos.
En un llamado desesperado a través de sus redes sociales, Roldán contó que llevaba 162 días de lucha, equivalentes a 3,888 horas de supervivencia. Durante este infierno personal, tuvo que enfrentarse a numerosas crisis severas y al abandono de su tratamiento por parte de seis médicos. 'Sólo puedo mover los músculos de la cara y los ojos. Mi cerebro funciona perfecto pero no tengo movilidad', compartió, evidenciando la severidad de su condición.