Resumen
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México ha expresado su respaldo a las quejas de la comunidad LGBT.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Jesús Ociel Baena, primer jurista de género no binario en ocupar una magistratura en un tribunal mexicano, fue encontrado sin vida junto a su pareja en su residencia en la ciudad de Aguascalientes. Baena, quien ya había denunciado amenazas de muerte anteriormente, se convierte así en el primer magistrado no binario asesinado en México.
Según el fiscal general, Baena fue víctima de un homicidio perpetrado por su pareja, quien, según la versión oficial, lo habría asesinado con una navaja antes de quitarse la vida. Sin embargo, esta explicación ha desatado la indignación de la comunidad LGBT, que acusa a las autoridades de querer encubrir el caso.
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En respuesta a la noticia, organizaciones LGBT de todo el país llevaron a cabo movilizaciones y protestas en más de 30 ciudades, clamando consignas como "crimen pasional, mentira nacional". La comunidad LGBT sostiene que el fiscal general está intentando "carpetear" el caso y exige una investigación exhaustiva para esclarecer las circunstancias reales de la muerte de Baena.
La muerte de Jesús Ociel Baena ha desencadenado una marcha masiva en México, un país que ocupa el segundo lugar en crímenes de odio en América Latina, con 305 incidentes violentos registrados entre 2019 y 2022, incluyendo asesinatos y desapariciones.
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En este contexto, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México ha expresado su respaldo a las quejas de la comunidad LGBT, señalando un "tratamiento poco adecuado" por parte de las autoridades en el manejo del caso. La CNDH ha solicitado una pronta respuesta y ha instado a que la investigación no ignore las amenazas previas que recibió Baena, las cuales lo llevaron a contar con escolta desde julio pasado, tras el asesinato de otro activista LGBT, Ulyses Nava.
Además, la CNDH destaca que el delito podría estar vinculado a "la orientación sexual, identidad de género, expresión de género -real o percibida- y/o respecto a las características sexuales de las personas, toda vez que pueden constituir una expresión de odio". El llamado a esclarecer este crimen como un posible crimen de odio cobra fuerza en medio de la creciente preocupación por la violencia dirigida hacia la comunidad LGBT en México.