De aliado a crítico: Elon Musk se apartó del Gobierno de Trump

El multimillonario Elon Musk anunció su salida del Gobierno del presidente Donald Trump, luego de manifestar su desacuerdo con el nuevo proyecto de ley de gasto fiscal aprobado por la Cámara de Representantes de Estados Unidos. El empresario sudafricano, quien lideraba el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), agradeció al mandatario por la oportunidad de encabezar esta iniciativa de recorte de gastos, aunque reconoció que su gestión fue afectada por obstáculos políticos y por la propia burocracia federal.

“Ahora que mi mandato como empleado especial del Gobierno llega a su fin, me gustaría dar las gracias al presidente Donald Trump por la oportunidad de reducir el gasto superfluo”, escribió Musk en su red social X. “La misión del DOGE solo se reforzará con el tiempo, ya que se convertirá en una forma de vida en todo el Gobierno”, agregó.

Su renuncia se produjo luego de una fuerte crítica al megaplan fiscal del oficialismo, denominado “Ley de un gran y hermoso proyecto de ley”, el cual, según Musk, aumentará el déficit nacional y echará por tierra los avances logrados por su equipo. “Me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gastos que aumenta el déficit presupuestario, en lugar de reducirlo”, declaró en una entrevista a CBS News. “Esto socava el trabajo que está realizando el equipo del DOGE”.

La propuesta republicana, que ahora pasará al Senado, contempla recortes de gastos y amplias desgravaciones fiscales, siendo uno de los ejes centrales del programa económico de Trump. Sin embargo, ha sido blanco de múltiples críticas, tanto de expertos como de antiguos aliados del presidente, que advierten que podría disparar el déficit hasta en 4 billones de dólares durante la próxima década.

En tono irónico, Musk cuestionó el nombre del proyecto en la misma entrevista: “Un proyecto de ley puede ser grande o puede ser bonito. Pero no sé si puede ser ambas cosas. Es mi opinión personal”.

Aunque la Casa Blanca intentó minimizar el desencuentro, el subjefe de gabinete, Stephen Miller, se pronunció sin mencionar directamente al empresario. “El Gran y Hermoso Proyecto de Ley no es un proyecto de presupuesto anual”, escribió también en X, y agregó que “todos los recortes de DOGE tendrían que llevarse a cabo a través de un proyecto de ley separado”.

Musk había sido designado por Trump para liderar una ambiciosa campaña de reducción del gasto público. Durante su paso por el DOGE, fueron despedidas decenas de miles de personas y se cerraron o fusionaron varias agencias. Sin embargo, el propio empresario reconoció que no logró todos los objetivos propuestos. “Sabía que había problemas, pero mejorar las cosas en Washington es una tarea muy difícil, por decirlo suavemente”, comentó en entrevista con el Washington Post.

Desde su base de operaciones de Space X en Texas, Musk lamentó también el desgaste que sufrió su equipo: “DOGE se está convirtiendo en el chivo expiatorio de todo. Si ocurría algo malo en cualquier lugar, nos culpaban a nosotros aunque no tuviéramos nada que ver”.

Además, admitió que la presión política también afectó a sus empresas. Manifestantes contrarios a los recortes realizaron protestas frente a concesionarios de Tesla y, en algunos casos, incendiaron vehículos eléctricos. “La gente quemaba Teslas. ¿Por qué harían eso? Eso no está nada bien”, expresó.

A la par, Space X ha tenido que enfrentar recientes dificultades técnicas. El martes, su prototipo Starship explotó sobre el océano Índico durante una prueba de vuelo. El magnate también ha dicho que desea enfocarse nuevamente en sus empresas, alejándose del ámbito gubernamental.

“He decidido dejar de gastar mi fortuna en política”, comentó, tras revelarse que había destinado cerca de 250 millones de dólares para apoyar la campaña de reelección de Trump en 2024.