División en las toldas del ELN

El pasado 20 de febrero, el ELN declaró en “abierta crisis” la mesa de diálogos de paz liderada por la Consejería de paz, argumentando que, supuestamente, el Ejecutivo había dado el aval para iniciar en Nariño un diálogo territorial con la participación del Frente Comuneros del Sur, una estructura de esa guerrilla que pidió pista en el proceso de la paz total, sin el visto bueno de la comandancia central. El grupo se apartó del COCE (Comando Central) para buscar una propuesta y garantizar la supervivencia de sus integrantes. “Después de más de año y medio de haberse iniciado los diálogos para la paz total, no hay ningún resultado concreto en ninguna de las mesas de diálogo formales que existen”, explica el profesor Luis Fernando Trejos, de la Universidad del Norte.

Ante este panorama, agrega el docente, si el Gobierno logra desmovilizar al Frente Comuneros del Sur -así sea por fuera de la mesa con el ELN- sería “muy beneficioso en la medida de que permitiría mostrar resultados y la paz total tendría un impulso definitivo si logra desarmar a los milicianos, y el Gobierno sabe que el grupo no se va a levantar de la mesa porque ya ha cedido en la mayoría de sus pretensiones”, dice el profesor Trejos. Hasta el momento, el grupo guerrillero no se ha pronunciado sobre la adhesión de esta estructura a la apuesta de paz total.