Dos sicariatos más en Bucaramanga donde adultos mayores son las víctimas
Resumen
En Bucaramanga, dos hombres mayores fueron asesinados en sicariatos separados, ambos atacados por motociclistas en presuntos ajustes de cuentas. Las autoridades investigan para esclarecer los hechos y encontrar a los culpables.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Una nueva serie de sicariatos ha estremecido a Bucaramanga en el transcurso de dos días, según informaron las autoridades.
Hechos violentos ocurrieron en dos puntos de la ciudad y dejaron dos víctimas mortales.
La primera agresión se presentó en el sector de Ciudadela Verde, sobre la carrera 15 con 89. Edi Orlando Lozada Cárdenas, de 65 años y con nacionalidad extranjera, recibió tres disparos en el tórax.
El hecho se desarrolló en una vivienda no formal ubicada debajo de un puente. La policía constató que personas en motocicleta descendieron para atacar, en un aparente ajuste de cuentas.
El fallecido era conocido por su vinculación al tráfico de estupefacientes y presentaba condiciones de vulnerabilidad debido a discapacidad física, uso de muletas y sonda para necesidades fisiológicas.
El segundo homicidio se registró el martes 8 de abril, en el barrio Esperanza I, sobre la carrera 23 con calle 8A. Gustavo Jaimes Díaz, de 63 años, fue alcanzado por un disparo fulminante en el pecho mientras se encontraba en su lugar habitual.
La víctima, quien se desempeñaba como desarmador de carros y acumulaba antecedentes por receptación y violencia familiar, fue asistido por vecinos que lo trasladaron en taxi al Hospital Local del Norte, sin embargo, llegó sin signos vitales.
Durante el suceso, cuatro sujetos atacaron desde dos motocicletas, entre ellos, alias “Paparreto” quien realizó disparos indiscriminados contra un grupo de jóvenes, lo que generó gran pánico en la zona.
Las autoridades continúan con las investigaciones de ambos hechos y recaban evidencias para esclarecer los ajustes de cuentas.
Los familiares de la segunda víctima afirmaron que Gustavo no mantenía conflictos ni había recibido amenazas.
