Resumen
El tiempo prudencial que se tomaron las autoridades para garantizar la potabilidad del agua, fue necesario.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Terminó la emergencia ambiental
Nueve días tuvieron que soportar sin agua potable los habitantes del Municipio de Cimitarra, Santander, cuando el pasado 13 de noviembre se tuvo que cerrar la bocatoma principal del acueducto municipal, debido al derrame de nafta proveniente de un tubo que fue perforado de forma ilícita, lo que obligó a repartir agua con carrotanques.
Desde este jueves se normalizó el suministro de agua potable para los más de 22.000 habitantes de esta población santandereana que soportó esta emergencia ambiental por la contaminación de la quebrada La Toraba, la cual surte al acueducto del municipio.
Desde el mismo momento en que se presentó esta calamidad, Cenit, empresa filial de Ecopetrol, informó que "se activó el Plan de Emergencia y Contingencia (PEC) en el poliducto Sebastopol - Santa Rosa”, donde se evidenció la instalación de una válvula ilegal con la cual robaban hidrocarburos y cuyo derrame contaminó la quebrada La Loca.
No hay contaminación
Ese Plan de Emergencia y Contingencia incluyó la toma de muestras, no solo en el afluente donde se presentó el derrame, sino en el propio acueducto de Cimitarra para determinar si el agua era apta para el consumo humano.
El tiempo prudencial que se tomaron las autoridades para garantizar la potabilidad del agua, fue necesario ya que esta quebrada es la única que surte al acueducto y fue la que recibió todo el derrame del hidrocarburo tras la perforación ilegal del tubo conductor.
“Luego de varios monitoreos y pruebas químicas adelantadas en la quebrada La Loca, afluente de La Toroba, se pudo establecer que el afluente no presenta contaminación con trazos de hidrocarburos”, aseguró Moisés Gómez, gerente de la empresa Aguas de Cimitarra