Resumen
Las autoridades están recopilando pruebas relacionadas con el accidente y su causa.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Tabla de contenido
La familia de María Juliana Murzi Pabón, una estudiante de medicina de la Universidad de Santander (Udes), quien perdió la vida en un accidente de tránsito el 14 de agosto en Bucaramanga, sigue en busca de justicia.
El motociclista involucrado en el accidente fue dado de alta después de haber estado en una unidad de cuidados intensivos (UCI).
El accidente ocurrió en la madrugada del 14 de agosto cuando María Juliana Murzi Pabón, de 24 años, se dirigía desde el barrio Cañaveral de Floridablanca hacia la Clínica Comuneros en el barrio La Aurora de Bucaramanga, donde realizaba sus prácticas de medicina. En el cruce de la carrera 27 con la Avenida González Valencia, chocó con Ángelo Umbria Aguero, un motociclista que circulaba a alta velocidad y, según informes, no respetó una señal de pare.
Como resultado del accidente, María Juliana perdió la vida en el acto. Ángelo Umbria Aguero, el motociclista, fue atendido en una UCI y posteriormente dado de alta. Se ha revelado que el motociclista no tenía un seguro de accidente obligatorio (Soat) ni otros documentos de su motocicleta. Como resultado, los gastos médicos de María Juliana Murzi Pabón fueron asumidos por el vehículo que conducía.
La madre de María Juliana, Ana Lucia Pabón, busca que el caso no quede impune y ha estado en contacto con las autoridades locales, incluida la Fiscalía y la Dirección de Tránsito de Bucaramanga, para obtener información sobre el progreso de la investigación.
Las autoridades están recopilando pruebas relacionadas con el accidente y su causa. Sin embargo, la madre ha expresado su preocupación de que, según la ley actual, el motociclista no enfrentará prisión, a pesar de las circunstancias del accidente.
María Juliana Murzi Pabón, una estudiante dedicada de medicina, tenía planes de completar su pregrado y especializarse en pediatría o neonatología. La pérdida de su vida ha dejado un profundo dolor en su familia, y su madre se esfuerza por criar a su única hija sobreviviente, de 12 años. El caso sigue siendo investigado, y la familia busca justicia para María Juliana.