El papel de Santander en la construcción de paz del Catatumbo

El Instituto de Estudios Políticos de la UNAB (IEP) hizo parte de la organización de un encuentro académico sobre justicia transicional que reunió en Ocaña a representantes de víctimas, comparecientes ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), miembros de la institucionalidad regional y agentes cooperantes de la comunidad internacional con el fin de avanzar en la implementación de acciones reparadoras en esta región del país.

“Tejiendo la Paz Territorial: voces y perspectivas de la justicia transicional en el Catatumbo” fue el nombre del simposio realizado en la sede de la seccional Ocaña de la Universidad Francisco de Paula Santander (UFPSO), el cual se desarrolló en alianza entre el Departamento de Derecho y Ciencias Políticas y el Observatorio de Derechos Humanos de la UFPSO, el IEP de la UNAB y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).

Su realización se hizo como parte del proyecto de investigación “Reparación colectiva y construcción de paz en el Catatumbo: Lineamientos de política pública para la consolidación de la paz territorial’’, financiado por Minciencias, y ejecutado por la universidad nortesantandereana. En este proyecto participan la directora del IEP de la UNAB, María Eugenia Bonilla Ovallos, como investigadora principal, y la investigadora UNAB Ana María Carrascal Vergel, como tutora.

El simposio tenía como objetivo establecer diálogos entre los involucrados en el proceso de ejecución de la justicia transicional en la subregión del Catatumbo para conocer los avances y retos trabajos, obras y actividades con contenido restaurador-reparador (TOAR) que se adelantan en la zona y comprender las dinámicas a tener en cuenta para fortalecer la reconciliación territorial.

Justicia transicional como

compromiso con impacto regional

El evento convocó a representantes de las víctimas y miembros del Partido Comunes así como firmantes del acuerdo de paz y comparecientes ante la JEP que tuvieron espacio para hablar sobre sus experiencias en los procesos de restauración. De igual manera participaron algunos alcaldes, secretarios de gobierno y personeros de los municipios de El Tarra, Ocaña, La Playa, Teorama, Hacarí, El Carmen y Sardinata del departamento de Norte de Santander.

“Lo más importante del espacio fue la posibilidad que se generó de sentar por primera vez a todos los actores clave en el proceso de implementación de acciones restaurativas en el territorio. Tuvimos a comparecientes manifestando su interés de cumplir con los compromisos de reparación adquiridos en el Acuerdo, a víctimas señalando la necesidad de cumplir con dichos compromisos, a las autoridades municipales mostrando su interés por acompañar estos procesos y articularlos con metas del Plan de Desarrollo. Nunca antes se había presentado una oportunidad para dialogar y reflexionar sobre la importancia de construir conjuntamente programas y proyectos reparadores de impacto para la región”, mencionó la directora del IEP.

Durante el encuentro se realizaron, además, dos panales dirigidos por Bonilla Ovalos para reflexionar sobre las oportunidades de mejora en los procesos de reparación que se llevan a cabo en el área del Catatumbo. El primero fue realizado con la perspectiva de las organizaciones internacionales y las víctimas, y en este participaron representantes del Sistema Autónomo de Asesoría y Defensa de Firmantes de Paz (Convenio OEI-JEP), de la Mesa de Víctimas de Ocaña, de la Asociación de Municipios del Catatumbo (Asomunicipios), y del Fondo de Defensa Técnica y Especializada de los Miembros de la Fuerza Pública (Fondotec).

Para el segundo panel se tuvo en cuenta la visión desde la institucionalidad con representantes de la Asociación de Personeros del Catatumbo, del Enlace Territorial de Víctimas – Municipio de Tibú y de la Red Mujeres el Catatumbo.

“Para el IEP era importante aliarse para desarrollar este encuentro porque fortalece nuestra relación territorial en el Catatumbo que es clave para dar sostenibilidad a los proyectos de investigación en temas de construcción de paz que realizamos en el Instituto desde 1998. Y porque con esto seguimos contribuyendo a reducir los niveles de victimización en los territorios y a proteger la vida, ya que estos procesos de reparación y reconciliación que acompañamos influyen en la posibilidad de que los comparecientes no vuelvan a tomar las armas y en que mantengan su compromiso de reincorporación a la vida civil y de no retornar al conflicto”, aseguró María Eugenia.

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