Resumen
El pastor Jaime Beltrán, padre del alcalde de Bucaramanga, pide que no se usen los servicios religiosos para buscar empleo en la alcaldía, enfatizando que la iglesia no debe ser una extensión de la oficina municipal.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En un giro de eventos que separa la iglesia del estado, el pastor Jaime Beltrán, quien es padre del alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, ha realizado una petición clara a los feligreses: “Este no es un lugar para oportunidades laborales en la alcaldía; por favor, limiten su visita a propósitos de fe y oración”.
Esta solicitud surge tras las sesiones de culto cristiano realizadas los primeros jueves de cada mes, una práctica introducida durante el mandato del actual alcalde. El padre del alcalde ha enfatizado que la iglesia no debe actuar como una extensión de la alcaldía: “No convertiremos este sagrado espacio en una segunda sede municipal; nuestra intención es adorar a Dios, no atender asuntos administrativos”, expresó durante un servicio religioso.
El alcalde, por su parte, ha aclarado que las ceremonias religiosas no se celebrarán dentro de las instalaciones gubernamentales. Además, ha indicado su respeto hacia la libertad de culto, afirmando: “Otorgamos a los cristianos, de manera similar a los católicos, el derecho a congregarse una vez al mes antes de iniciar sus jornadas laborales. Mi fe la profeso en la iglesia, pero respeto quien elija practicarla de otro modo”.
En respuesta a las críticas desatadas por el anuncio de que cada gabinete organizaría sus ceremonias cristianas, Jaime A. Beltrán defendió la medida: “La idea no es imponer sino permitir, y es un llamado positivo para que los líderes busquen orientación divina”.