Resumen
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)El presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, llegó a Doha, Catar, el miércoles para mantener conversaciones con el emir catarí, Tamim bin Hamad al Thani, sobre los rehenes alemanes secuestrados por Hamás. A pesar de la preparación en el aeropuerto, que incluyó una alfombra roja y una guardia de honor militar, el líder alemán se encontró solo durante casi 30 minutos antes de ser recibido.
El presidente de Alemania llega a Catar pero nadie va a recibirlo
— RT en Español (@ActualidadRT) November 30, 2023
Durante una visita oficial a Catar, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, tuvo que esperar casi 30 minutos en la puerta del avión, ya que ningún representante oficial catarí llegó para recibirlo. pic.twitter.com/Hr0c4xtQGe
En un video que circula en redes sociales, Steinmeier se muestra parado de brazos cruzados en la entrada del Airbus A350, esperando a su anfitrión. Aunque el protocolo dictaba una bienvenida oficial, ningún representante del emirato estaba presente en ese momento.
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Finalmente, el ministro de Asuntos Exteriores de Catar, Sultan bin Saad al Muraikhi, hizo acto de presencia para recibir a Steinmeier, quien posteriormente se dirigió a su encuentro con el emir al Thani. La visita a Catar marca la última parada en la gira del presidente alemán por Oriente Medio, que incluyó previamente visitas a Israel y Omán.
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Las circunstancias de la recepción en Doha han generado especulaciones en Alemania, y algunos se preguntan si este gesto podría ser una respuesta a las declaraciones de la ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, realizadas en octubre antes de la visita de Al Thani a Berlín.
En ese momento, Baerbock afirmó: "No aceptamos el apoyo al terrorismo" y destacó que países como Catar tienen una "responsabilidad especial" en la lucha contra el terrorismo. Este incidente guarda similitudes con otro ocurrido en marzo, cuando Baerbock no fue recibida con una alfombra roja ni con una guardia de honor militar durante su visita a la India para asistir a la reunión de cancilleres del G20, lo que plantea interrogantes sobre posibles represalias diplomáticas.