“El riesgo de la consulta popular convocada por Petro es que puede profundizar el extremismo en Colombia”: Fernando Carrillo
Resumen
Fernando Carrillo, en su libro 'Defender la democracia Sin miedo', alerta sobre la amenaza del autoritarismo disfrazado de democracia, presente tanto en la derecha como en la izquierda. Carrillo hace un llamado para estar atentos a este peligro global y local.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Uno de los colombianos que más impacto o influencia ha tenido en las generaciones actuales por su papel en la Constituyente y la propuesta de la Séptima Papeleta estuvo en la capital santandereana en el marco de una serie de conversatorios académicos con el objetivo de dar a conocer su más reciente obra, un análisis político a la forma cómo la democracia se convirtió en la puerta falsa para la llegada de gobiernos autoritarios, tanto de derecha como de izquierda.
Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Redacción Política / EL FRENTE
Hablamos del exprocurador Fernando Carrillo y su libro Defender la democracia Sin miedo, juicioso estudio en el cual el autor expone a sus lectores las amenazas que enfrenta el sistema democrático colombiano.
EL FRENTE conversó con el exprocurador Carrillo durante su participación en un foro realizado por la Facultad de Derecho y la Facultad de Ciencias Políticas donde expresó su preocupación por el auge en unos casos y en otros la sostenida vigencia de tendencias políticas con tintes autoritarios disfrazados de democracia.
“El autoritarismo, populismo, mesianismo, el caudillismo y nacionalismo, y otros ismo que crecíamos cosa del pasado, se encuentran más vigentes que nunca y son los causan el deterioro de la democracia, pero no ocurre solo en Colombia y es un fenómeno exclusivo de las izquierdas o de las derechas. Es una amenaza latende en todas las corrientes políticas y en todos los países. Esto se debe a los problemas que aún no son resueltos por parte de la política”, dijo el ex procurador, Fernando Carrillo.
Sabemos que visita a Santander con el objetivo de promover su último libro. Hablemos un poco al respecto.
El libro tiene un propósito trascendental: resaltar la hora tan difícil que está viviendo el mundo en términos de democracia, en términos de desarrollo y de relaciones internacionales; lo terminé a mediados de septiembre del año pasado y lo más dramático del libro es que mucha gente me dijo en ese momento que era apocalíptico.
Hoy 5 meses después la verdad es que he corroborado que me quedé corto frente a lo que ha venido pasando en los últimos meses porque el autoritarismo se ha apoderado de todos los Estados, del manejo de las sociedades, y ese autoritarismo viene contaminado de populismo, de mesianismo, de caudillismo, de nacionalismo, una cantidad de ismos que todos pensamos que estaban enterrados y resulta que hoy están más vigentes que nunca.
De alguna manera lo que hace el libro es prender una luz roja frente a este tema y qué mejor oportunidad que estar en una facultad de ciencias políticas y derecho en Bucaramanga para poder contar esta historia. Creo que es muy valioso porque más que nunca la universidad y los profesores tienen que jugar un rol muy importante porque tienen que interpretar las señales de lo que está pasando a nivel global y a nivel latinoamericano, local, por supuesto, porque los autoritarismos son de todos los colores, entonces hay de izquierda, hay de derecha y en este punto es importante decir que no se trata de la izquierda contra la derecha porque ese no es el dilema, el dilema es la democracia contra el autoritarismo, porque eso es lo que estamos viviendo.
¿De alguna manera podemos pensar que traza usted un vaticinado trágico para el futuro inmediato de Colombia? ¿Podríamos pensar que el autoritarismo del actual gobierno podría pretender imponerse vía distintos usos de fuerzas para permanecer en el poder?
Fíjese que en ese punto soy un poco más optimista porque yo creo que en este caso la gente todavía tiene tiempo para organizarse, estamos todavía a varios meses de las elecciones, además, creo que tenemos una herramienta que no tiene otro país latinoamericano, que es la constitución de 1991 no solo porque me tocara participar en ese proceso tan importante para desatarlo sino porque creo que se trata de una de las mejores constituciones democráticas, de las más importantes que hay en la región. Y es un instrumento que hasta el propio Presidente de la República lo reconoce como un factor fundamental de estabilidad. Si hay algún consenso de los pocos que nos quedan en Colombia es el de la importancia de la constitución del 91.
Ahora que usted tenga el tema de la Constitución del 91 me parece muy importante conocer su opinión sobre la consulta popular que ha convocado el Presidente de la República precisamente haciendo uso a uno de los mecanismos de participación ciudadana que da espíritu a la Constitución de 1991.
Yo creo que cuando nosotros consagramos los mecanismos de participación ciudadana siempre pensamos que tenían el objetivo de unir a las sociedades.
La séptima papeleta por ejemplo fue una consulta popular informal en 1990, lo que hizo fue unir a los colombianos en torno a la necesidad de transformar nuestro sistema político, el pueblo, recordemos, estaba fragmentado, adolorido, roto y aparece esta idea que fue un propósito común, y toda Colombia se unió en torno a esta propuesta y dijo vamos por ese camino.
Realmente ese fue el gran éxito de la Séptima Papeleta y después que terminara en una constituyente que fue absolutamente inverosímil, casi mágico lo que allí ocurrió, porque se sentaba un señor que había sido secuestrado por el M-19, como el doctor Álvaro Gómez Hurtado, con uno de los miembros de esa estructura guerrillera desmovilizada, el doctor Antonio Navarro, junto con un santandereano como lo fue el doctor Horacio Serpa, un poco con una agenda social, y poner de acuerdo es a estas tres mentes que tenían visiones políticas enfrentadas y muy radicales fue un gran logro y un gran avance como sociedad.
Pero hay quienes insisten que la convocatoria actual que realiza el presidente no es el uso del mecanismo de participación ciudadana sino el abuso del mismo
Yo creo que no se puede poner en entredicho el mecanismo de partición ciudadana, creo que el análisis debe enfocarse en el momento que vive Colombia, porque creo que puede tener el objetivo de dividir de fragmentar, polarizar mucho más a Colombia ,y eso me parece muy grave.
Si realmente uno logra unidad en torno a un mecanismo de participación ciudadana, ese debería ser un gran objetivo, porque es un gran logro que haya deliberación en torno a un mecanismo de participación ciudadana, que se den unos acuerdos cumpliendo con la Constitución.
En este caso uno puede percibir que la consulta popular se va a utilizar políticamente o electoralmente, fíjese, la consulta popular normalmente puede utilizarse es al comienzo de un gobierno y no a mediados o al final, precisamente y lo han hecho para concitar la Unión, por ejemplo el gran Acuerdo Nacional del que tanto se habló hace varios años debió haberse llevado a una consulta popular, porque era precisamente el punto de llegada de unas fuerzas políticas en torno a un objetivo común. Ahora lo que vemos es que es el punto de partida de más matoneo y más extremismo.