Resumen
Después de 35 años de búsqueda, la familia de Martín Eduardo Carvajal Villa finalmente descubre su paradero gracias al trabajo coordinado de la Fundación Hasta Encontrarlos y la Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación Distrital de Bogotá.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)En vida, muchas de las jornadas de trabajo de Martín Eduardo Carvajal Villa estaban acompañadas de la voz de Diomedes Diaz. Para sus seres queridos, algunas de las canciones del ‘Cacique’ lo identificaban perfectamente.
“Yo soy el hombre que aprecia a sus amigos. Yo soy el hombre que quiere a sus hermanos. Yo soy el hombre que estima a sus vecinos y ayuda al que de mí este necesitado”.
Después de 35 años de búsqueda, Delfida y su familia supieron que cantar estas estrofas sería la mejor forma de acompañar la entrada del cuerpo de su hermano Martín al Cementerio La Resurrección de Barrancabermeja, en Santander. Ahora no tendrían dudas de su paradero y podrían ir a ponerle la música que le gustaba.
Para sus amigos y conocidos era conocido como ‘el mocho Martín’, debido a una lesión que obtuvo en su juventud. Era un hombre de raíces afrodescendientes, nacido y criado en una familia de pescadores y agricultores; y a eso se dedicaba desde pequeño en compañía de su padre y hermanos. Sus primeros años los pasó en un corregimiento llamado La Felicidad, el cual ya no existe, pues fue arrasado por el río Magdalena.
Con los años, el conflicto armado obligó a su familia a trasladarse a Barrancabermeja y desde ahí, cada uno de los 14 hijos, empezó a tomar un rumbo diferente para construir su vida.
Martín se fue a trabajar a la pesca en Puerto Wilches, en Santander, para no estar lejos de su madre, Flor de María Villa. Durante la ceremonia de entrega digna, sus hermanos recordaron que, antes de su desaparición en 1989, él la visitaba frecuentemente.
Debido a las visitas constantes, para la familia fue fácil notar su ausencia. Su búsqueda empezó muy pronto y aunque tardó más de tres décadas y en su camino las respuestas fueron muy pocas, en 2023, con el apoyo de la Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación Distrital de Bogotá, la Fundación Hasta Encontrarlos tuvo la oportunidad de conocer y documentar el caso de la familia Carvajal Villa en la localidad de Usme, en Bogotá. A más de 450 kilómetros de distancia del lugar en el que estaba su cuerpo.
La articulación entre la organización de la sociedad civil y la Consejería Distrital permitió que en muy poco tiempo (entre septiembre y noviembre de 2023) se recopilaran y analizaran diferentes archivos, relatos y bases de datos que permitieran tener la posible ubicación de Martín. Cinco meses después, un equipo forense de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) se dirigió al punto identificado y luego de contrastar relatos adicionales, entregados por la comunidad, logró la recuperación de Martín.
En silencio, el equipo de la Fundación Hasta Encontrarlos, Consejería de Paz, Víctimas y Reconciliación Distrital de Bogotá y la Unidad de Búsqueda escucharon a los hermanos y hermanas de ‘ el mocho Martín’ cantar los hermanos Zuleta como parte del tributo a su ser querido. Después de un trabajo articulado de 10 meses, pudieron contribuir al alivio del sufrimiento de esta familia.
«El cuerpo de Martín Eduardo fue inhumado bajo la cosmovisión de la familia en término de sus creencias y costumbres. Continuamos en este proceso de buscar las demás personas desaparecidas, esta entrega nos permitirá seguir iluminando el camino de la búsqueda en el Magdalena Medio», expresó Daladier Jaramillo Rueda, coordinador de la Unidad de Búsqueda para el Magdalena Medio, durante la ceremonia de entrega digna.
En el espacio solemne, la familia dispuso una atarraya y diferentes alimentos del campo para recordar la labor que ejercía su hermano y por medio de anécdotas y cantos repitieron, como el día de la recuperación del cuerpo: «¡Sí se puede!».
“Es como una mezcla entre alegría, tristeza y nostalgia que no puedo describir, pero veo esto como una oportunidad de encontrar lo que tanto buscaron mi mamá, mi papá y mis hermanos que se fueron sin lograr esto. Yo le doy las gracias a Dios porque no se perdieron estos 35 años de búsqueda”, expresó Delfida Carvajal, hermana de Martín.
Por su parte, Pablo Cala, representante de la fundación Hasta Encontrarlos, resaltó la fortaleza de la familia y expresó la necesidad de continuar en la búsqueda de otros seres queridos de este grupo que aún se encuentran desaparecidos.
“Estamos hoy en un momento muy importante para la familia, pero al mismo tiempo con una serie de preguntas sobre dónde están los demás familiares desaparecidos, entre los que están dos hermanos, la pareja de Delfida y amigos que estaban con los hermanos desaparecidos. La fundación Hasta Encontrarlos y sus familias les seguiremos buscando hasta encontrarles”, expresó el defensor de derechos humanos.
Esta acción humanitaria comprende la primera entrega digna realizada por la Unidad de Búsqueda en desarrollo de acciones del Plan Regional de Búsqueda de Barranca – Región, el cual comprende los municipios de Barrancabermeja, Sabana de Torres y Puerto Wilches, en Santander.