Resumen
El paciente de cáncer, Fausto Javier Hidalgo Sánchez, agradeció al personal del Hospital Internacional de Colombia (HIC) esculpiendo una obra artística que simboliza "el dolor y la esperanza". La escultura también rinde homenaje al espíritu de servicio del personal médico.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Fausto Javier Hidalgo Sánchez, paciente del Instituto de Cáncer del HIC, encontró en el hospital la fuente de inspiración para canalizar sus emociones a través de la escultura. En un gesto de gratitud, moldeó una significativa obra artística en honor al personal del HIC, quienes además del tratamiento médico les brindan esperanza y apoyo emocional a los pacientes, en su camino hacia la recuperación de la salud.
En medio de su lucha contra el cáncer, Fausto, ingeniero civil y escultor nacido en Bogotá, pero santandereano de corazón, encontró una nueva fuente de inspiración y creatividad en el personal que lo atendió durante más de 60 días de tratamiento en el Hospital Internacional de Colombia (HIC).
Impulsado por la conexión emocional que estableció y con un profundo agradecimiento hacia los héroes del HIC, Fausto decidió esculpir una obra que simboliza “el dolor y la esperanza”, rindiendo homenaje al inquebrantable espíritu de servicio de quienes brindan alivio y cuidado en momentos difíciles.
Obra artística “el dolor y la esperanza”, un homenaje al inquebrantable espíritu de servicio del personal de salud, quienes brindan alivio y cuidado en momentos difíciles.
La pieza artística, moldeada en porcelanicrón y ubicada sobre una piedra de Barichara, representa un momento significativo de su vida. En ella, emerge una mano extendida en busca de apoyo y una mariposa azul que refleja la dedicación y calidez del equipo de enfermería, médico y servicios generales.
Para Fausto, la escultura es “una expresión de gratitud de alguien que está pasando por estos recintos, que no sabe si tiene la vida mañana, no sabe si la puede disfrutar más, pero que en un momento determinado encontró un punto de apoyo y una voz de alivio en el personal del hospital”.
Cabe resaltar que el proceso de creación de la obra fue de aproximadamente tres días, en los que recibió el apoyo incondicional de su esposa, tres hijos y su compañero de habitación, quienes hicieron parte del proceso.
Junto a su familia, Fausto entregó el reconocimiento al equipo de Enfermería y Experiencia del Paciente
Entrega de la escultura
Antes de recibir el alta médica, Fausto, acompañado de su esposa con quien comparte 40 años de matrimonio y dos de sus tres hijos, realizó la entrega de la escultura que con amor y dedicación realizó durante su estancia hospitalaria.
Conmovida por este gesto, Deisy Aza, jefe de Experiencia del Paciente HIC expresó su agradecimiento considerándolo un estímulo adicional para continuar brindando la mejor atención a los pacientes. Además, hizo un reconocimiento a Fausto y a aquellos que, en medio de situaciones tan difíciles como un tratamiento médico de quimioterapias, encuentran formas significativas de aprovechar su tiempo y canalizar sus emociones.
Al respecto, Fausto agregó “cuando te mantienes ocupado, cuando logras la plasticidad de una escultura, de una manualidad, mover tus dedos, hacer las cosas, la mente se disipa y se transporta a otras partes”.
Actualmente, Fausto se encuentra en su residencia en Barrancabermeja, donde se recupera con optimismo para enfrentar su segundo ciclo de quimioterapia.
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