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Estudiantes de Cimitarra denunciaron que les toca estudiar en el piso

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Resumen

La falta de dotación de aulas y un comedor escolar afecta a 2.000 estudiantes en el Colegio Integrado del Carare en Cimitarra, Santander. Este nuevo edificio, entregado sin mobiliario, genera hacinamiento y dificultades para el aprendizaje y la alimentación.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
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Cerca de 2.000 estudiantes del Colegio Integrado del Carare, en Cimitarra, Santander, iniciaron el año escolar en anormalidad académica debido a la falta de dotación de 12 aulas y un restaurante escolar, compromisos pendientes desde 2023. La comunidad educativa, compuesta por docentes, padres de familia y alumnos, ha manifestado su preocupación y frustración por la situación.

El rector del colegio, Pedro Forero, explicó que, pese a que la Gobernación de Santander entregó un nuevo edificio en diciembre de 2023 bajo el proyecto "Siglo XXI", este carece de elementos básicos como pupitres, tableros, ventiladores y mobiliario para el comedor escolar. "Desde la entrega del edificio hemos esperado la dotación prometida, pero hasta la fecha no hemos recibido respuesta por parte de las autoridades competentes", señaló Forero.

La situación ha generado hacinamiento en los salones de clase, dificultando las actividades académicas. Además, los estudiantes no cuentan con un espacio adecuado para recibir su alimentación, ya que el restaurante escolar carece de mesas y sillas. Una estudiante de grado 11 expresó su inconformidad: "Nos entregaron un edificio incompleto; no tenemos las condiciones mínimas para aprender".

Los padres de familia, liderados por Magaly Olmos, han rechazado una propuesta de alternancia planteada por el consejo directivo del colegio, argumentando que no soluciona el problema de fondo. "No vamos a permitir que sigan vulnerando los derechos de nuestros hijos. Desde el 2023, la Gobernación se comprometió a dotar las aulas, pero hasta ahora solo hemos recibido incumplimientos", afirmó Olmos.

Mientras tanto, la Secretaría de Educación de Santander no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre la protesta. La comunidad educativa exige una solución inmediata para garantizar condiciones dignas de aprendizaje.

La falta de dotación en el Colegio Integrado del Carare refleja un desafío recurrente en la infraestructura educativa de la región, donde los compromisos gubernamentales no se traducen en acciones concretas. Padres, estudiantes y docentes hacen un llamado a las autoridades para que prioricen las necesidades de las instituciones públicas y se garantice el derecho fundamental a una educación de calidad.

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