ir al contenido

Gobiernos militares en Latinoamérica

‼️ Envianos tu denuncia o noticia
Versión Beta Reportar error

Resumen

El artículo destaca los efectos negativos de los gobiernos militares en América Latina enfocándose en Bolivia, que recientemente sufrió un intento de golpe de Estado. Argumenta que estos regímenes ignoran el multiculturalismo y contribuyen a la desigualdad.

Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Espacio Publicitario
+ Google Noticias
+ Canal WhatsApp

Por: Reynaldo Pérez

La negra noche dejada por los gobiernos militares en nuestro continente es irrefutable, fueron dictaduras que aplastaron toda manifestación de lucha democrática en los Estados. Y es que un gobierno militar solo vela por los intereses de una sola nación, no tienen en cuenta el multiculturalismo y que la mayoría de países andinos son Estados plurinacionales, he ahí una de las causas estructurales de la desigualdad imperante en esta parte del hemisferio.

La sombra de exilio, represión y acallamiento de voces de los pueblos nación, son el común denominador de esta clase de gobiernos, donde su patrón de comportamiento predilecto fueron los actos violentos instrumentalizando sus fuerzas armadas y naturalizando los Estados de Sitio.

Esta semana, el continente fue sorprendido con un intento de Golpe de Estado en Bolivia, que es uno de los países más pobres del continente, el “no se equivoque general”, fueron las palabras del presidente electo del país andino Luis Arce, enfrentando al general golpista Juan José Zúñiga, para quien hasta esta semana fue el comandante de las fuerzas armadas de ese país. Al parecer es un militar con una peligrosa agenda política, haciendo uso ilegitimo de la fuerza, llegó con tanques cascabeles y varios efectivos de las fuerzas militares al Palacio presidencial de La Paz, donde según la información oficial, intentaron tumbar la puerta de palacio, sembrando gran incertidumbre en la capital boliviana.

Como en la mayoría de Estados Sociales de Derecho, uno de los fines del Estado, es la humanización de la función pública en favor del interés general, solo hace algunas décadas, Bolivia se podía catalogar como un Estado Colonial, hoy en día tiene una Constitución Política que hablan taxativamente de una unidad nacional entre los pueblos, la mayoría de nuestros Estados son Laicos, pero Bolivia, país plurinacional tiene en su preámbulo palabras que unen la religiosidad y la sabiduría ancestral muy a pesar de los abusos cometidos con las naciones indígenas, a nombre del Padre de Padres, “cumpliendo el mandato de nuestros pueblos, con la fortaleza de nuestra Pachamama y gracias a Dios, refundamos Bolivia”.

Las dictaduras militares no son nuevas para el hermano país, entre 1964 y 1982 este país estuvo sometido a duras dictaduras militares, el activismo político de un militar, históricamente se convierte en una experiencia nefastas para la sociedad, pero que es lo que tiene ¿ElEstado Unitario Social de Derecho Plurinacional Comunitario e intercultural de Bolivia?, la memoria de las Naciones indígenas del Estado Boliviano, hablan de los “Esplendores de Potosí”, que llegaron con “el ciclo de la plata” y terminaron en “las ruinas de Potosí” , deuda impagable que tiene el mundo euro centrista con el Estado Andino.

En la época de la conquista, Potosí fue motivo de desgracia para las naciones indígenas, según varios autores, de ahí salieron los grandes capitales de las quebradas monarquías europeas, gracias a la Plata de Potosí se alimentó el desarrollo del nuevo mundo. Algunos autores dirían que Latinoamérica tiene la vaca, pero otros tienen la leche, esa ha sido la historia del país más pequeño del continente, una eterna historia de desigualdades, sumados al desbordado apetito de poder de dictaduras y gobiernos militares.

Precisamente, Bolivia fue hasta hace poco un Estado colonial, ya que gracias a su riqueza fue el centro de la vida colonial en la época de la conquista, por eso aun cuentan con liderazgos que, en su memoria genética, tienen un pensamiento latifundista, dando por hecho que, para recuperar los territorios colectivos pertenecientes a las naciones indígenas, o como lo fue la costumbre jurídica durante varios siglos, se deben “civilizar salvajes” y acabar con la autodeterminación de los pueblos.

Más reciente