Resumen
Alberto Gamero, técnico de Millonarios, enfrenta críticas severas tras un año sin títulos y la derrota en la final de la Liga BetPlay. Pese al apoyo de las directivas, la afición demanda su salida, insatisfecha con su desempeño en comparación con Efraín Juárez, técnico de Nacional.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
El técnico samario Alberto Gamero enfrenta una de las mayores crisis de su ciclo al frente de Millonarios, luego de un 2024 en el que el equipo no consiguió ningún título. La gota que sobrepaso el animo de los hinchas fue la final de la Liga BetPlay, en la que Atlético Nacional derrotó al Deportes Tolima 3-1 en el marcador global, resultado que dejó a los 'embajadores' sin posibilidad de clasificar a la Copa Libertadores 2025, relegándolos a la Copa Sudamericana.
Pese al respaldo público de las directivas, que confirmaron la continuidad de Gamero para el próximo año, las redes sociales se inundaron de críticas bajo la tendencia #FueraGamero.
Los aficionados destacan que, mientras Efraín Juárez, técnico de Nacional, logró dos títulos en apenas seis meses, Gamero solo ha obtenido dos trofeos en cuatro años al frente del equipo, un balance que consideran insuficiente para un club de la historia y exigencia de Millonarios.
Polémicas declaraciones alimentan la inconformidad
Las declaraciones recientes de Orlando Rojas, asistente técnico de Gamero, también avivaron las críticas. Rojas calificó como positiva la campaña del equipo, a pesar de que Millonarios no logró avanzar a la final tras empates clave contra Santa Fe y Pasto en los cuadrangulares semifinales. Los hinchas consideran que esta postura refleja un conformismo que no se ajusta a las expectativas del club.
"El balance del año fue bueno" Orlando Rojas. Él es el asistente de Gamero. Esa mentalidad perdedora hay que erradicarla del banquillo y de las tribunas. #FueraGamero! pic.twitter.com/wif23PEm2G
— Millonarios (NO oficial) (@Millos_FC) December 23, 2024
Comentarios en redes sociales señalan la falta de ambición y tildan de mediocre al cuerpo técnico, argumentando que clasificar ocho veces seguidas a los cuadrangulares no puede ser visto como un logro, sino como una obligación mínima.
