Resumen
Dos hombres en Santa Cruz de Tenerife fueron multados con más de $4 millones de pesos colombianos por alimentar palomas en público. Las acciones fueron sancionadas bajo una normativa local que prohíbe alimentar animales en la calle.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)Mientras en Bogotá alimentar palomas es una actividad cotidiana, en Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias, dos hombres han sido sancionados con multas equivalentes a más de $4 millones de pesos colombianos cada uno, por una acción tan aparentemente inofensiva como es dar de comer a las aves en espacios públicos.
Estos hechos se produjeron en el marco de una normativa local que tipifica como falta grave la alimentación de animales en la calle, con penalizaciones que podrían escalar hasta los 1.500 euros.
El alcalde José Manuel Bermúdez describió estos comportamientos como una 'falta de respeto hacia los demás ciudadanos', mientras que el concejal Carlos Tarife resaltaba las repercusiones negativas de alimentar a las palomas en términos de salud pública y conservación del patrimonio.
Para combatir la proliferación de palomas, consideradas una plaga, la ciudad ha adoptado estrategias como el empleo de halcones y la instalación de jaulas y redes que permiten la captura de abundantes ejemplares mensualmente.
El contraste de esta situación con la realidad de la Plaza de Bolívar en Bogotá, donde esta práctica es habitual y se ofrece hasta como atracción turística, ha generado asombro entre los ciudadanos locales, llevándoles a reflexionar sobre las posibles consecuencias de tales acciones en su entorno.