Resumen
Antônio Lopes de Siqueira, ganador de 201.963.763 reales en Mega-Sena, falleció inesperadamente durante un tratamiento dental en Cuiabá. A sus 73 años, aún no había disfrutado de su fortuna. Las autoridades investigan su muerte, influida por condiciones preexistentes como hipertensión y diabetes.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Antônio Lopes de Siqueira, un hombre de 73 años y único ganador de un premio de 201.963.763 reales brasileños (cerca de 150 millones de dólares) en el sorteo 2.795 del Mega-Sena, falleció inesperadamente menos de un mes después de reclamar su fortuna. La tragedia ocurrió en una clínica dental en Cuiabá, Mato Grosso, dejando conmocionados a sus familiares y amigos.
El sorteo del 9 de noviembre de 2024 marcó un giro inesperado en la vida de Antônio, quien se convirtió en el ganador absoluto del millonario premio. Sin embargo, sus planes para disfrutar su nueva riqueza apenas estaban en fase inicial.
“Todavía estaba viendo lo que iba a hacer. No hubo tiempo para disfrutarlo”, comentaron allegados cercanos. Entre las pocas decisiones que alcanzó a tomar estaba la compra de una casa nueva, aunque esta nunca se concretó.
Uno de los primeros usos de su fortuna fue iniciar un tratamiento odontológico, que resultó ser su última decisión. Antônio llevaba una semana asistiendo a consultas cuando sufrió el fatídico desenlace.
Según el informe policial, Antônio tenía antecedentes de hipertensión y diabetes, condiciones que podrían haber influido en su fallecimiento durante el procedimiento dental. Las autoridades están investigando las circunstancias exactas del hecho.
La Policía Civil de Mato Grosso está recopilando declaraciones del dentista que lo atendió y de los testigos presentes. También esperan los resultados de la autopsia para esclarecer las causas del deceso.
Por su parte, la clínica odontológica emitió un comunicado en el que lamentó profundamente lo sucedido y aseguró que están colaborando plenamente con las autoridades, además de ofrecer apoyo a los familiares del fallecido.
Aunque Antônio residía en Cuiabá, su familia decidió trasladar su cuerpo a Jaciara, su ciudad natal, para los actos fúnebres. El velorio y el entierro se llevaron a cabo en el lugar donde nació y creció, honrando su memoria.
