¿Huevos alienígenas? La NASA descubre esferas inquietantes en el suelo marciano
Resumen
El rover Perseverance de la NASA halló misteriosas esferas en Marte, comparadas con huevos de araña. Su origen es desconocido, pero podrían haber sido formadas por impacto de meteorito o actividad volcánica. Son clave en la búsqueda de señales de vida en el cráter Jezero.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
Un hallazgo inesperado en Marte ha dejado perplejos a los científicos de la NASA: el rover Perseverance descubrió recientemente una extraña formación rocosa compuesta por cientos de pequeñas esferas, que han sido comparadas con "huevos de araña". El origen de estas estructuras, captadas en el cráter Jezero, aún es desconocido.
El curioso descubrimiento tuvo lugar el pasado 11 de marzo en las laderas de Witch Hazel Hill, donde el vehículo robotizado de la NASA capturó imágenes de una roca bautizada como St. Pauls Bay. La roca, con una fina capa de polvo rojizo y aspecto flotante —es decir, desplazada de su sitio original— se distingue notoriamente del entorno marciano que la rodea.
“Estas esferas presentan una forma tan particular que lo primero que vino a nuestra mente fue la imagen de huevos de araña”, señalaron expertos de la misión en un informe técnico. Aunque la comparación ha generado revuelo en redes sociales, especialmente entre aficionados a la ciencia ficción, la NASA ha sido clara: no se puede afirmar que tengan origen biológico, y mucho menos marciano.
La agencia espacial baraja varias hipótesis para explicar su existencia. Una de ellas plantea que estas esferas pudieron originarse tras el impacto de un meteorito, lo cual habría vaporizado materiales marcianos que luego se condensaron en formas esféricas. Otra teoría sugiere que podrían ser resultado de antiguos procesos volcánicos, y una tercera posibilidad apunta a que la roca pudo haberse deslizado desde capas más altas de Witch Hazel Hill.
Cualquiera sea el caso, estas esferas podrían ser clave para reconstruir la historia geológica del cráter Jezero, una región que en el pasado habría albergado agua, y donde la NASA mantiene puestas sus esperanzas de hallar indicios de vida microbiana extinta.
¿Una pista sobre vida en Marte?
El objetivo central de la misión del Perseverance es encontrar señales de vida antigua en Marte. La estructura y posible composición acuática de estas formaciones abren la posibilidad de que contengan fósiles microscópicos.
“La ubicación y características de St. Pauls Bay la convierten en una candidata interesante para futuros análisis, especialmente si su composición revela interacción con agua en algún momento de su historia”, indicaron voceros de la NASA.
Por esta razón, la misión Mars Sample Return, prevista para la década de 2030, contempla la recolección y envío de muestras de estas formaciones a la Tierra, donde podrán ser estudiadas con equipos más sofisticados.
El descubrimiento de St. Pauls Bay se suma a una serie de hallazgos fascinantes en el cráter Jezero. El rover ya ha recolectado 26 muestras de rocas, entre ellas una denominada Silver Mountain, cuya composición se diferencia significativamente de otras recolectadas.
Asimismo, en julio de 2024, el robot explorador detectó una roca apodada Cheyava Falls, que presentaba patrones oscuros parecidos a las manchas de un leopardo. Los científicos creen que dichas marcas podrían ser señales de reacciones químicas que, hace miles de millones de años, permitieron la existencia de microorganismos.