Ideología maniática

Por: Jaime Galvis Vergara

En la Izquierda de Colombia existe una forma maniática de deformar la realidad, con esto sus “ideólogos” pretenden cambiar el día por la noche, los culpables por inocentes, las víctimas por los victimarios etc.  Con esa torcida dialéctica la virtud se vuelve pecado y el perdón es una prerrogativa de los criminales.

 Esta realidad torcida ya la ejerció hasta la saciedad el siniestro régimen que manejó a la Unión Soviética por más de medio siglo. Unos ejemplos de esa infame deformación de los hechos, se presentó en las famosas purgas de la década de los años treinta del Siglo XX. Hay un caso aberrante de esa clase de moral, fue la matanza de Katyn, en la cual más de veinte mil polacos inermes fueron asesinados por la policía secreta soviética (NKVD). Luego se inculpó a los alemanes por ese crimen.

Esa torcida forma de interpretar los hechos, ha tenido un culto especial en Colombia, un ejemplo de ello es el caso de la toma del Palacio de Justicia. Una banda de forajidos del movimiento terrorista M-19, patrocinados por el narcotráfico se tomó el Palacio de Justicia, lo que produjo una masacre con más de 100 muertos, entre ellos 11 magistrados.

Ejército Nacional acudió al rescate de los sobrevivientes. Como resultado de semejante hecatombe, la bobería criolla amnistió a los forajidos del M-19 y acusó a los militares de uso excesivo de la fuerza y algunos fueron condenados, entre ellos el general que dirigió el rescate.

Hace pocos años se inició en Colombia un funambulesco “proceso de Paz”, esto llevó a amnistiar a los peores criminales del País y premiarlos con curules en el Congreso, sin necesidad de votos. Naturalmente a los miles de víctimas no se les concedió la más mínima condolencia. Carecieron de importancia los infames campos de concentración selváticos, las “pescas milagrosas”, las violaciones y los asesinatos a sangre fría. 

Según esa dialéctica torcida, la violencia la causan el Ejercito, la Policía, los “paramilitares”, las “autodefensas”, las “convivir”, unos cuantos ideólogos pegados a la burocracia citadina pregonan esas sandeces, pero el que sale a trabajar en el campo encuentra siempre los mismos facinerosos de las “guerrillas” que lo despojan de sus equipos, lo secuestran y frecuentemente lo matan.

A tanto ha llegado la desinformación maniática, que se propaló la estupidez que la Hidroeléctrica de Ituango se construyó para tapar una presunta masacre!