Resumen
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Desde su puesta en marcha – abril de 1982 -, la UNAD se ha caracterizado por su compromiso con las comunidades y poblaciones que no han tenido acceso a una capacitación técnica, socio humanística y comunitaria. También, por su contribución a la recuperación de los tejidos sociales, la generación de espacios laborales y la formación para la participación ciudadana. En Santander se encuentra una de las sedes de mayor penetración social y sus egresados engrosan con éxito las listas de empleabilidad, emprendimientos y empresarismos, muchos de ellos hoy ya se convirtieron en exportadores de productos, servicios y saberes para el mundo.
Por Camilo Ernesto Silvera Rueda - Reportaje Especial / EL FRENTE
Daniela Manrique Arciniegas y Laura Cristina Sánchez son solo dos de las más 20 mil jóvenes que conforman la comunidad educativa de la Universidad Abierta y a Distancia (UNAD) en la región Centro Oriente del país. Están a punto de culminar sus carreras, la primera como Licenciada en Educación Infantil y la segunda se egresará próximamente como sicóloga.
Pero a ambas las une mucho más que el sello educativo de su universidad pues las dos son evidencia palpable de la tenacidad, de la lucha contra la adversidad, y la prueba de que cuando se tiene un sueño hay que combatir hasta el cansancio para alcanzarlo, ya que no solo vencieron sus limitaciones económicas para poder acceder a una Universidad de prestigio en el país, sino que son poseedoras de limitaciones físicas que para muchos significarían la imposibilidad de acceder a educación profesional.
Por ejemplo, Daniela tiene limitación auditiva; Laura por su parte tiene discapacidad visual y así las dos son la evidencia fidedigna de un modelo educativo en la UNAD que tiene como su característica principal un exitoso modelo de inclusión social y económica del que gozan 20 mil 890 estudiantes, 300 de ellos con algún tiempo de limitación física o cognitiva, cerca del 3 por ciento de la población total.
Sus historias de firmeza y constancia salieron a relucir esta semana cuando la rectora de la regional centro oriente de la Universidad Abierta y a Distancia, Laura Cristina Gómez Ocampo, hizo público un detallado informe en el que sacó a relucir el significativo impacto social que ha generado a lo largo de 9 años de permanencia en la región la UNAD, egresando con calidad profesionales que requiere el mercado laboral de la región, el departamento y el país, pero sobre todo permitiéndole a jóvenes, mayores, madres cabeza de hogar, población privada de la libertad, víctimas del conflicto armado, población reinsertada y hasta abuelitos, el sueño de tener un cartón universitario para ganarse con mayor dignidad y ante todo excelencia académica la vida.
Inclusión: de la utopía a la realización
Todo este esfuerzo se resume en una sola palabra: Inclusión, cuya pronunciación para cualquier mortal no tardaría más de un segundo pero su materialización en la UNAD ha sido el inagotable esfuerzo de las últimas cuatro décadas, tras la apertura de la primera de sus sedes universitarias en la ciudad de Bogotá, inaugurada en el año de 1981 durante el gobierno de Belisario Betancur.
Entonces, se creó con el objeto de diseñar e implementar programas académicos con la estrategia pedagógica de la educación a distancia, que fuesen pertinentes con las necesidades locales, regionales, nacionales e internacionales y acordes con los retos y las demandas de una sociedad democrática, participativa y dinámica afines con modelos científicos, sociales y culturales que contextualizan al siglo XXI.
“Hemos registrado un aumento en la matrícula del sistema de educación superior cercano al 222% en el último año, como lo registra el sistema nacional que mide el ingreso del estudiantado a la educación superior, una fuente fidedigna controlada por el Ministerio de Educación Nacional pero además hemos logrado afianzar otros sistemas de educación que tiene la universidad como lo es el Sistema de Educación Permanente, el Sistema de Educación Continua, el Sistema de Educación Universitaria Abierto y hemos afianzado también institutos que posee la universidad como el instituto virtual de lenguas, entre otros, somos la única universidad con dos sedes internacionales: en la Florida y en Madrid, respectivamente, afianzándonos para crecer en Latinoamérica y en Asia pacífica gracias a la gestión del rector nacional Alberto Leal Afanador, destacó en conversación para el frente la rectora de la regional centro oriente, Laura Cristina Gómez Ocampo, y quien explicó los alcances que implica el reto de la inclusión como un verdadero modelo de desarrollo social de las comunidades a partir de la formación universitaria.
“Inclusión es una responsabilidad sustantiva diferencial de nuestra universidad, creemos que cuando nace la UNAD para darle oportunidad a quienes no tenían acceso se hizo un verdadero compromiso por la inclusión desde la oportunidad, brindando toda esta cobertura que tenemos y en la que nos reflejan los números para brindarle las condiciones necesarias a personas con condiciones de discapacidad, sordos, limitados visuales y también personas con discapacidad en movilidad y cognitiva. Tenemos toda una gama de dispositivos tecnológicos que hacen posible que el acceso de esta población a la educación superior sea con calidad y eficiencia, a esto se suma el apoyo que dan personas formadas en la materia para poder servir como intérpretes y al mismo tiempo ejercer el rol de la docencia como lo demandan las necesidades de los estudiantes. Sin duda alguna, el apoyo humano de instancias como los monitores y los consejeros en permanente y constante comunicación con los estudiantes, nos aseguran la culminación exitosa del proyecto formativo de los estudiantes”, enfatizó a EL FRENTE Gómez Ocampo.
Las cifras hablan por sí solas
Hoy la UNAD cuenta con siete centros regionales los cuales están divididos en 70 centros distribuidos en cada una de las sedes que hay en el país. Basado en su modelo de inclusión social la UNAD ha egresado a 9,023 estudiantes, el 53% de ellos son mujeres y el 47% hombres y la población de mayor prevalencia es la que se encuentra en el rango de edad de los 20 a los 30 años con el 66%.
Pero, quién lo creyera, a esta población también se ha unido la adolescente y juvenil, una población caracterizada entre los 17 y 20 años de edad con El 6%, y de los 30 a los 40 años con el 21%.
En la actualidad la institución educativa cuenta con siete escuelas que ofrecen en total 101 programas en todo el país: 20 de ellos tecnológicos, 27 maestrías, 20 especializaciones y 34 carreras profesionales, oferta educativa a la que se suma también toda una oferta de carreras pensadas para las necesidades de cada región.
El 80% de sus estudiantes estudian de manera totalmente gratuita y el gobierno aporta para garantizar el proyecto educativo de cada uno de esos soñadores con 650 mil pesos.
Gracias a su proyección inclusiva en las comunidades, la región centro Oriente, con su sede principal en la ciudad de Bucaramanga, es la que mayor tendencia de crecimiento ha generado en los últimos años, con un crecimiento del 350 % en la última década, crecimiento que se explica no solo porque su formación es gratuita, que no implica gastos en movilidad, en útiles, uniformes ni mucho menos en estadía o alimentación ni desplazamientos para una ciudad a la que los estudiantes asistirían bajo el modelo clásico universitario.
incluso para las personas de menos recursos económicos la universidad cuenta con programas de enlace para lograr financiar computadores portátiles para garantizar así la única herramienta que será vital en todo el proceso de formación, el cual tiene representación en Santander del 90 por ciento de los municipios.
Todo un logro del que hoy dan testimonio muchos estudiantes que no solo han logrado engrosar las índices de empleabilidad en puestos de altísima respetabilidad a nivel regional sino que también sus estudiantes se forman como emprendedores y generadores de empresarismo; en muchas de las ocasiones fortaleciendo proyectos familiares empresariales que comenzaron como famiempresas y que hoy cuentan con todo un respaldo institucional que incluso ha logrado exportar productos a muchos destinos del mundo. Así es el ADN UNAD.
