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Industria del bocadillo a punto de quedarse ‘seca’ en Vélez

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Resumen

Vélez, Santander enfrenta una crisis hídrica que amenaza la producción del tradicional bocadillo veleño, impactando la economía y un legado cultural. La Alcaldía implementa medidas de contingencia, pero se requiere ayuda gubernamental urgente para solucionar la situación.

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La escasez de agua no solo afecta a Bogotá, sino también al municipio de Vélez, Santander, donde los problemas de suministro han impactado desde la salud pública hasta la producción del tradicional bocadillo veleño. En Vélez operan al menos 30 fábricas de bocadillo que generan más de 500 empleos directos, y la crisis hídrica amenaza con paralizar esta actividad económica fundamental para la región.

Ante la grave situación, la Alcaldía de Vélez ha implementado un plan de contingencia con carrotanques para abastecer a la población, pero la sequía sigue representando un riesgo para colegios, hospitales y centros penitenciarios. Orlando Ariza, alcalde del municipio, explicó en una entrevista con Blu Radio que la producción de bocadillo requiere un uso intensivo del agua, tanto para el lavado de las guayabas como para la generación de vapor en las calderas. “La red de producción se encuentra comprometida y más de 3.000 empleos indirectos están en peligro. La situación se ha vuelto insostenible y requiere atención urgente”, advirtió el mandatario.

El problema del agua en Vélez no es nuevo. Desde los años 80, el municipio ha enfrentado dificultades con el suministro, y pese a las millonarias inversiones en infraestructura, como la fallida represa de 13.000 millones de pesos, la crisis persiste. Según el alcalde, los organismos de control han desatendido esta situación, impidiendo el uso de infraestructuras que podrían aliviar la crisis.

Ariza hizo un llamado al Gobierno nacional para que intervenga de manera urgente y tome medidas estructurales que garanticen el acceso al agua en el municipio. “Ya es hora de que los organismos de control se tomen en serio la crisis hídrica que estamos enfrentando y que permitan el uso de la infraestructura existente, que lamentablemente no se ha podido utilizar”, afirmó.

Finalmente, el alcalde pidió apoyo para proteger las tradiciones y el trabajo de quienes hacen posible que el bocadillo veleño siga llegando a las mesas de los colombianos. La falta de agua no solo amenaza la economía local, sino también un legado cultural que ha sido símbolo de la región por generaciones.


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