Resumen
Un hombre que fue robado en plena calle de Popayán, Colombia, no persiguió a su asaltante, sino que oró por él luego de que el ladrón de su celular se cayera de su moto durante la huida.
Generado por Inteliegenica Artifical (OpenAI)
En un época en el que los centros de las ciudades se ven abarrotadas de personas comprando sus aguinaldos o lo necesario para sus festejos navideños convirtiendo a estos en carne de cañón.
Pero así como los hurtos se intensifican la aprehensión de los criminales también aumenta ya sea por operativos policiales que generalmente son frecuentes para velar por la seguridad de los ciudadanos.
Pero no falta los que quiera tomar justicia por mano propia para aplicarle la popular “paloterapia” a los amigos de lo ajeno. En Popayán ocurrió un caso totalmente contrario al que mucho podrían pensar al tener al delincuente justo al frente de la víctima tras haberlo robado.
La víctima del atraco se encontraba en plena vía pública de la ciudad, cuando inesperadamente fue sorprendido por un sujeto que se movilizaba en una motocicleta, quien se le acercó con cautela y le robó el celular de sus manos.
Luego de esto, el hombre con el móvil se dio a la huida en la moto en la que se desplazaba y, por su parte, la víctima no hizo ningún esfuerzo por ir detrás de él, sino que por el contrario se quedó quieto.
“Mi papá lo que hizo fue pedir que a esta persona se detuviera o la detuvieran, que se resbalara en la moto o que se le cayera el celular, porque la verdad es una herramienta de trabajo, dijo que si era de perderlo, pues que se hiciera la voluntad del altísimo”, narró uno de los familiares del ciudadano a medios locales.
Más adelante el señalado delincuente se desestabilizó perdiendo el control de la motocicleta para luego terminar en el pavimento. L a víctima del hurto aprovechó para acercarse y lo abordó y contrario a lo que todos pensaron comenzó a orarle.
El hombre lo tomó y colocando sus manos sobre la cabeza del atracador empezó a orarlo frente a la mirada extraña de transeúntes y mototaxistas que se encontraban por la zona. Nadie lo llegó a golpear o intentar agredirlo.
