Las enfermedades respiratorias no cesan en Bucaramanga

Bucaramanga atraviesa un momento complejo en materia de salud pública. Según el más reciente informe de la Secretaría de Salud y Ambiente, se han notificado 226 casos de tuberculosis en lo corrido del año, reflejando un preocupante incremento del 9,7 % con respecto a 2024.

Desde el año 2020, las autoridades han evidenciado una tendencia al alza en los casos de tuberculosis sensible en todas sus formas. El aumento no solo responde a la propagación de la enfermedad, sino también a una mejora en los sistemas de diagnóstico, gracias a la implementación de la Resolución 227 de 2020, que introdujo nuevos algoritmos clínicos y el uso de pruebas moleculares más precisas.

“Este comportamiento ha sido más notorio en hombres, y los grupos de edad más afectados son los adultos jóvenes entre 25 y 34 años, así como los mayores de 65”, indicó la Secretaría. Las tasas de incidencia en estos grupos llegan a cifras preocupantes: 149,7 casos por cada 100.000 habitantes en adultos mayores, y 136,5 en jóvenes adultos.

A esto se suma la carga de otras enfermedades respiratorias frecuentes en la ciudad, como neumonía, asma, EPOC y cáncer pulmonar, además de las afecciones agudas como resfriados comunes, faringitis y amigdalitis. “Estas enfermedades pueden generar síntomas como tos, fiebre y malestar general. El tratamiento en muchos casos es reposo e hidratación”, explicó Daniela María Prada Sepúlveda, médica del programa de Vigilancia Epidemiológica del municipio.

Los sectores más afectados por la tuberculosis corresponden principalmente a la cabecera municipal, y la mayoría de los pacientes pertenecen al régimen subsidiado del Sistema General de Seguridad Social en Salud. En cuanto a la localización de la enfermedad, la forma pulmonar continúa siendo la más común, con más del 90 % de los casos, mientras que la forma extrapulmonar más reportada ha sido la pleural.

Frente a esta situación, las autoridades reiteran las medidas preventivas que pueden ayudar a contener el avance de las enfermedades respiratorias: vacunarse contra la influenza, lavarse las manos frecuentemente, evitar cambios bruscos de temperatura y mantener los espacios ventilados.